(Firma: Isabel Brito) Huelva vuelve a recibir un nuevo varapalo de nuestros gobernantes a todos los niveles. La Declaración de Impacto Ambiental favorable del proyecto de tapado de fosfoyesos de Fertiberia pone de manifiesto que cuando se está en el poder, independientemente del signo político que se tenga, las decisiones políticas siguen favoreciendo los intereses de los mismos sectores productivos que hace 50 años. Resulta también curioso que estos 50 años, coinciden con el número de años que hemos necesitado los humanos para poner al planeta contra las cuerdas en materia de emisiones atmosféricas y contaminación.
No nos sorprende en absoluto la postura ambigua del PSOE, que siempre ha mantenido un discurso gris en este tema, ni por supuesto del Partido Popular, teniendo en cuenta que García Tejerina, antigua «Ministra Popular», fue directora de Planificación Estratégica de Fertiberia.
Pero Unidas Podemos, formación socia del Partido Socialista en el gobierno central, conoce perfectamente la situación del vertedero de fosfoyesos en Huelva, el mayor vertedero de residuos industriales de Europa. Algunas de las personas que hoy la integran –caso de Juantxo López de Uralde- han estado en varias ocasiones –muchas de ellas de la mano de EQUO- en nuestra tierra defendiendo la recuperación integral de las marismas, por lo que no podría entenderse que no le echaran un pulso a sus compañeros de filas y ahora tragasen con una decisión partidista e interesada de su grupo político, que sólo busca mantenerse en el gobierno a toda costa. Este visto bueno al proyecto ecocida de Fertiberia merece el rechazo más contundente, pues condena a Huelva, su ciudadanía, y a 1200 hectáreas de marisma a sufrir los efectos de residuos radiactivos y peligrosos para los restos.
El pasado viernes reclamamos junto a la juventud onubense del colectivo Fridays for Future justicia climática para Huelva y reclamamos ante el Ayuntamiento de nuestra ciudad, coherencia con las reclamaciones que todos unidos, más de 32 colectivos, entre organizaciones políticas y asociaciones, hicimos un 3 de diciembre de hace cinco años, con el actual alcalde de Huelva a la cabeza.
Por eso ahora le pedimos a Gabriel Cruz, como máximo representante de la ciudadanía onubense, que exprese públicamente su rechazo al proyecto de Fertiberia para Huelva, que reclame que no se autorice de ninguna manera la ejecución del proyecto por parte de la Junta de Andalucía y, de ser necesario, lo paralice en el Ayuntamiento.
No vale mirar para otro lado. Hay que demostrar coherencia con los principios que defendemos, ahora que el gobierno local por ser del mismo signo que el gobierno central ‘»donde dijo digo ahora dice Diego». El alcalde se debe a la población y no a los intereses de su partido.
Quedan muchos flecos pendientes. El propio comité de expertos que asesora el órgano de participación de los fosfoyesos en Huelva, indicó que la solución de Fertiberia no garantiza la estabilidad de la zona 2 y puede haber riesgo de colapso de las balsas.
Fertiberia, tampoco puede irse de rositas y eludir responsabilidades sobre otras zonas, la 1 y la 4, en las que también vertió fosfoyesos.
La salud, como estamos viendo con esta pandemia, no entiende de fronteras administrativas, ni de partidos políticos, por mucho que en el Congreso de los/as Diputados/as se empeñen en escenificarlo todos los días.
La salud entiende de corresponsabilidad, compromiso político, solidaridad y justicia social y ante esta nueva condena a Huelva, no se puede seguir mirando para otro lado escondiendo estos residuos dañinos, bajo una capa de tierra, sino remangándose para trabajar desde las tres administraciones implicadas y la empresa, para ofrecer alternativas de gestión para estos residuos del siglo XXI .
Una empresa que ya está hablando de nuevas oportunidades de futuro para Huelva pero a la que avalan más de 50 años de desprecio hacia Huelva, su población y todo lo que les ha ofrecido esta ciudad. No tiene credibilidad ninguna si no limpia primero las Marismas.
La juventud de Huelva merece una tierra sin las huellas y marcas contaminantes de un modelo productivo caduco, obsoleto y que tan gravísimas consecuencias ambientales y secuelas de salud ha dejado en nuestra provincia. Merecen una tierra no hipotecada, limpia para poder ser utilizada y disfrutada por ellos y las generaciones futuras.
Por eso hoy pedimos al alcalde de la ciudad, Gabriel Cruz, que en nombre de ellos sea valiente y diga NO A LOS FOSFOYESOS Y NO AL PROYECTO DE LA VERGÜENZA DE FERTIBERIA y SÍ A HUELVA.
(Isabel Brito, coportavoz de EQUO Huelva)