Las habilidades digitales y blandas, tales como la resiliencia, el liderazgo del cambio o el aprendizaje continuo, son claves para formar en las profesiones con mayor proyección de futuro. Esta es una de las conclusiones del primer informe sobre perfiles profesionales elaborado dentro de los Observatorios UNIA, un nuevo proyecto presentado por la Universidad Internacional de Andalucía este jueves y dirigido a realizar estudios prospectivos que ofrezcan información de valor para adaptar la educación superior a los retos sociales.
Para el rector de la UNIA, José Ignacio García, “se trata de aportar recursos para, entre todos, fortalecer nuestra sociedad a través de su sistema universitario”. Así, ha indicado, estos observatorios tocarán, en primera instancia, tres ámbitos: los nuevos perfiles profesionales, la transformación digital y el medioambiente. En ellos, se organizarán estudios que buscan “servir de brújula, que nos permita desde las Universidades orientar mejor nuestros programas de grado y postgrado para hacer frente con éxito a los grandes desafíos productivos”.
En este primer trabajo presentado hoy, y elaborado en colaboración con la consultora Ernst & Young, se profundiza en 36 nichos de empleo prioritarios identificados su fuerte auge global, así como las capacidades y conocimientos que desde las instituciones educativas se deberían atender para alinearse con la demanda del mercado de trabajo.
El grueso de las profesiones se sitúa en el sector digital, en especial en los ámbitos ‘Datos e Inteligencia Artificial’ (ingeniero de datos, desarrollador Big Data, científico de datos…) e ‘Ingeniería y servicios en la nube’ (desarrollador de Salesforce, Phyton o Microsoft Azure, consultor o ingeniero en la nube).
Otra área con fuerte crecimiento es la de Ventas, marketing y contenido, dónde destacan puestos de trabajo asociados a las redes sociales, el marketing digital, especialistas en estrategias de éxito del cliente (costumersuccess) o en técnicas de crecimiento acelerado (growth hacker).
Además, el observatorio apunta hacia necesidades claves en el desarrollo de la Industria 4.0 (ciberseguridad, robótica), la Economía Verde (gestores y especialistas en energía renovable, responsables de oficinas de sostenibilidad) o en cuestiones transversales, como la captación de talento o en la transformación cultural de las organizaciones hacia la digitalización.
Impacto COVID-19
Una de las variables analizadas por el Observatorio UNIA de Perfiles Profesionales es el efecto del coronavirus, como factor de transformación del mercado laboral. Sobre ello, el informe señala que una consecuencia evidente en ámbitos como la medicina, la educación a distancia, la logística o la seguridad, que crecen a cuenta de la COVID-19, si bien “la crisis que traiga consigo y sus efectos en el mercado de trabajo es algo más imprescindible”.
En este sentido, señala el estudio, “los perfiles más demandados no van a verse afectados en su mayoría por esta crisis global” e identifica algunos que, en cambio, ganarán peso a raíz de la pandemia. Sería el caso de profesorado especializado en tecnología docente, responsables corporativos de salud y seguridad, expertos en blockchain aplicado a la logística o especialistas en drones.
Transformación educativa
Para José Ignacio García, “este Observatorio nace con la idea de identificar claves sobre las que trazar nuestras estrategias a futuro, por supuesto a nivel educativo, pero, también, en el planteamiento de las políticas activas de empleo pensadas para atender con mayor fortaleza la inevitable evolución del sector productivo o de la propia administración pública”.
La UNIA ha presentado el informe a través de una sesión de webinar en el que han participado responsables académicos, de estudiantes y de empleabilidad de numerosas universidades españolas. Jordi Sevilla, economista y ex ministro de Administraciones Públicas, ha sido el encargado de introducir el estudio, cuyos principales resultados han presentado sus autores Pedro Egea Castejón y Juan Pablo Riesgo, ambos de Ernst & Young.
Entre sus conclusiones, el Observatorio destaca la necesidad de incidir sobre las capacidades y conocimientos de los perfiles en auge, desde la formación y la certificación, así como una profunda adaptación de las propias habilidades del personal docente y de las metodologías, para atender “la nueva realidad educativa” que ha llevado “a que se reformulen los paradigmas de la enseñanza, mucho más tecnológica”.
En este sentido, el rector ha incidido de manera especial en las habilidades blandas, cuya necesidad de incluir en la formación universitaria viene refrendado por el informe, “que hasta hace poco no se consideraban interesante, estamos ya atendiendo, aunque de manera poco sistematizada, y están conectadas de manera muy directa con el talento y el desarrollo profesional en el futuro en un contexto de automatización”.