(Firma: Juan Andivia Gómez) Con las disculpas a quienes, con la mejor intención, me mandan vídeos sobre los asuntos del título, he de decir, en primer lugar, que me molesta que se siga reivindicando la identidad andaluza. No creo que sea necesario conocer la relación de artistas, científicos y gente de provecho de cualquier comunidad autónoma, región o país para respetarla y aceptar su riqueza y su diferencia.
Por eso me molesta. ¿Se imaginan a los ingleses reivindicando a Shakespeare; a los franceses, a los americanos? Si todavía hay quienes creen que no somos como todos los demás, con muchas luces y algunas sombras, que se lo hagan mirar; y si alguien no sabe que existen modalidades lingüísticas diferentes en todas las lenguas de todas las partes del mundo, que vaya a la escuela y, esto sí, que le toque un buen maestro.
No necesito que digan que mi acento es respetable y digno; por supuesto que lo es y por supuesto que en mi tierra ha habido y hay ilustres habitantes y que mi habla es correcta, cuando lo es; igual que en todas las demás. No se trata de cuantificar en dónde ha habido más premios, excelencias o descubridores, se trata únicamente de estudiar, de despertarse, de darse cuenta de que toda variedad es una riqueza y de que reivindicarla es el primer síntoma de complejo; un complejo que se cura con libros, con viajes, con cultura.
Es lo que sucede con el nuevo anuncio de la Lola, rediviva gracias a la tecnología. Eso lo alabo, la tecnología: pero, permítanme expresar que estoy harto del mensaje.
Y lo mismo me pasa con lo de ser maestro, la educación y todo eso. Poco a poco quienes consideren que la docencia de cualquier nivel es un asunto menor se están quedando en un ridículo difícil de superar. Mientras se habla de Finlandia, se rebaja la nota de corte la selectividad para las ciencias de la educación y se sigue creyendo que una profesión es más o mejor, o ambas cosas a la vez, que otra; pero qué contradicción es esa; en qué cabeza sana caben las dos cosas.
Perdonen, pero basta ya de hablar de lo evidente, de lo que debe saberse para estar en igualdad de oportunidades con quienes ya han aprendido que somos distintos, ricos y que la unión hace la fuerza: vaya novedad.