Todos los días y noches son mágicos en la Real Hermandad de Emigrantes de Nuestra Señora del Rocío de Huelva, que finalizaba ayer su triduo donde se hizo más patente que nunca las palabras “reencuentro” y “ser rociero”, ambas cosas al amparo de la Concha Peregrina, Nuestro Cristo de La Lanzada y Nuestra Señora de los Dolores.
“Reencuentro” como señalaría el presidente de la filial rociera Francisco José Garrido al dar agradecer la presencia de “los artífices” de estos 50 años de vida de la entidad: Sebastián Real, Alfonso López, José Manuel Muiño, Domingo Diéguez, José Luis Fernández, Fernando Ramírez Villariño, Antonio García Parra, Fernando Rodríguez, Belén Requena, José Brioso, Eduardo Fernández Jurado, que ha disfrutado de este triduo desde las Marismas Eternas, junto a su Virgen del Rocío, e Inocencio Forcén.
La sagrada cátedra de esta tercera jornada de triduo corrió a cargo del campechano reverendo Andrés Martínez, párroco de la iglesia Cristo Sacerdote, acompañado por el vocal de Cultos y Espiritualidad, José Antonio Gallardo.
Durante su homilía resaltó la palabra “rociero”. Inició sus palabras diciendo que “tengo que reconocer que tengo una homilía en la cabeza, pero cuando llego aquí se me cambian las homilías”. Destacó que “esto es un privilegio. Vosotros no sabéis lo que tenéis. Huelva no lo sabe, bueno sí lo sabe, lo que tiene. Esto es el corazón de Huelva, el corazón de la gente de Huelva”. “Cuando uno sale de aquí y trata de explicar lo que Huelva siente a la Madre de Dios, en su advocación del Rocío y de la Cinta. La devoción del Rocío, esto es muy delicado, está tocando las tripas y corazón de generaciones y generaciones de gente que ha vivido la vida de mano de su Virgen. Y además no lo entiende de otra manera”.
El párroco de Cristo Sacerdote y director del colegio salesiano continuó pidiendo “conservar este depósito de todas esas generaciones que han estado antes que vosotros. Sé que estáis celebrando el cincuentenario. Son 50 años de caminos, 50 años que se organizaron estos hermanos desde el extranjero. No quisieron perder su amor, su fe, su orgullo, su Dios, este Dios que se encuentra en los brazos de su Madre. Tenéis que mimar el ser rociera, pasársela a otra generación. Esa gente joven que está empezando a vivir de vuestra mano todo lo que significa ser rociero. Yo no estoy en la hermandad. Yo soy rociero”.
Tras las palabras de Martínez se le impulso las medallas de la hermandad a los distintos nuevos hermanos que lo habían previamente solicitado.
La Eucaristía contó en esta ocasión especial de “unión” y “hermandad” con la participación de 18 integrantes del Coro de la Hermandad del Rocío de Huelva, que ‘caló’ en los corazones de los hermanos y devotos de Emigrantes y vecinos de Las Colonias con ‘Aires de mi tierra’ (Paco Millán, José Velasco y Onofre López), ‘Ten piedad’, ‘Aleluya’ (Onofre López), ‘Ofertorio de esperanza’ (Onofre López), ‘Santo eres Señor’, ‘Cordero de Dios’, ‘En silencio, sin destino’ (Luis Carlos Cordero), ‘Un año has de esperar’ (Alejandro Martín y Manolo Sierra), ‘Cuando sale la señora’ (Miguel Zarza y Manolo Pozo), ‘Hermano emigrante’ (Pepe Romero’, ‘Salve de la Real, Ilustre, Venerada, Antigua Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Huelva’ (Paco Millán).
La noche terminaría con el canto de la Salve de Emigrantes y los vivas del hermano mayor José Antonio Ortiz a la “Virgen del Rocío, Blanca Paloma, Reina de las Marismas, Patrona de Almonte, Pastorcito Divino, rocieros del Cielo, los presidentes de mi hermandad, la Hermandad de la Sagrada Lanzada, Emigrantes, el coro de Huelva, y que viva la Madre de Dios”. Finalizando el presidente con su “viva al hermano mayor”.
Hoy sábado, a las 21.00 horas, finalizarán estos cultos preparatorios que Emigrantes está celebrado en la iglesia de los Dolores con la celebración de la función principal de instituto oficiada por el director espiritual de la corporación, José Manuel Barral Martín, párroco de la parroquia San Francisco de Asís de Huelva, que contará con los cantos del coro de la Hermandad de Emigrantes.