La marca de vehículos Toyota está entre las más conocidas y con mayor prestigio en todo el planeta, tanto por la alta calidad de sus productos como por las innovaciones que siempre presentan y que se convierten en grandes aportes para el mundo automovilístico. Conoce su historia, y entiende cómo y porqué ha ganado un importante lugar entre la preferencia del público amante de los buenos coches.

Toyota, sin duda alguna, es una de las marcas más afamadas del mundo, con presencia en casi todos los países y con modelos para distintos estratos y segmentos, una compañía que se ha ganado su popularidad gracias a la alta calidad de sus vehículos y a las constantes innovaciones que siempre incorporan en ellos.

Estos coches japoneses son sinónimo de calidad, confort y excelencia, y compiten de tú a tú con marcas de lujo y con otras que son exclusivamente para un pequeño segmento de la población. Y es que sus coches, SUV, furgonetas, camiones y todos los vehículos que producen, se fabrican siguiendo los más estrictos controles de calidad para garantizar  total excelencia.

La empresa vende desde 2012 más de 10 millones de vehículos al año, algo realmente impresionante. No se tratan de coches desechables, sino más bien de vehículos con muy alta calidad que se mantienen muy bien a pesar del paso de los años.

Historia de la leyenda

Toyota fue fundada en septiembre de 1933, en Japón, por Kiichiro Toyoda, como una división de Toyoda Automatic Loom, empresa de su padre Sakichi Toyoda, dedicada desde 1890 a la fabricación de máquinas para confeccionar telas.

La venta de la patente de uno de sus telares generó a la compañía los recursos necesarios para abrir su nueva división de vehículos e incursionar en la fabricación de coches, que en otras regiones del mundo ya estaba en pleno auge.

La nueva división de coches tardó cerca de dos años en lanzar su primer vehículo en 1935, el sedán Toyoda AA; que fue inmediatamente seguido por el camión utilitario G1, con el que obtuvo de inmediato un rotundo éxito en la industria automotriz de ese país.

Toyoda, como se llamaba hasta ese entonces, siguió creciendo y posicionándose aún más en el mercado originario japonés, hasta 1937, cuando la división automotriz se separó definitivamente de la compañía madre para convertirse en una marca independiente: Toyota Motor Company. Pero a los 3 años, con la entrada de Japón en la Segunda Guerra Mundial, sus fines de expansión comercial tuvieron que parar.

Durante la guerra (1940- 1945) el imperio japonés reclutó a la empresa Toyota para que fabricara exclusivamente los camiones para el ejército, lo cual hizo hasta el final cuando Japón se rindió, una vez que dos bombas atómicas estadounidenses acabaron con Hiroshima y Nagasaki.

La empresa automotriz estuvo a punto de ser destruida, por cuanto sus plantas e instalaciones estaban anotadas como blancos primordiales en los bombardeos planificados a realizar antes de que el presidente de Estados Unidos, Harry Truman, aprobase el lanzamiento de las dos bombas nucleares.

Con la finalización de la guerra tocó para Japón una etapa de recuperación de su aparato productor, en el que se incluyó con mucha fuerza Toyota, empresa que no perdió tiempo y comenzó a levantarse nuevamente, de forma que en 5 años, en 1950, inició su expansión mundial, empezando por Europa y llegando casi de inmediato al difícil mercado estadounidense.

Ganarse al público norteamericano, siempre fiel a sus marcas propias, no fue fácil, de hecho pasaron casi 20 años, hasta principios de los 70, cuando realmente los nuevos modelos de Toyota comenzaron a interesar con mayor fuerza en el continente americano, compitiendo con los grandes coches de alta cilindrada que predominaban entonces.

Pero fue en los 90, cuando Toyota logró posicionarse con fuerza en América y en todo el mundo en general, con modernos coches en los que la innovación y el confort eran sus características principales, que hasta hoy son las banderas de la marca. Desde entonces lo único que ha hecho es crecer y ganar cada vez más seguidores fieles y constituirse como una de las marcas de coches más reconocidas de todo el mundo.

Calidad en todos sus modelos

Si algo hay que reconocer sin pensarlo dos veces, a cada uno de los coches de Toyota, es su indudable calidad, que se evidencia en cualquiera de sus modelos. Muestra de ello es la pick-up Toyota Hilux, que con sus más de 50 años sigue siendo uno de los vehículos más populares de la marca.

Este vehículo ya lleva 8 generaciones desde el año 1968, cuando se lanzó al mercado, siendo entonces una furgoneta básica utilitaria, pero muy versátil, que empezó a ganar seguidores. Hoy en día son unos sofisticados vehículos de lujo, pero que no abandonan su función inicial utilitaria, para el transporte de carga y el trabajo en el campo.

Esta furgoneta tiene una bien ganada reputación como un vehículo confiable y muy resistente, por lo que es conocida popularmente como “la indestructible”. De hecho es muy utilizada para el trabajo fuerte en el que se requieren coches que aguanten el abuso sostenido y puedan seguir funcionando.

Otro modelo que se ha ganado el respeto a nivel mundial es el SUV Toyota RAV4, que ya lleva 5 generaciones desde que salió al mercado en el año 1994, cuando ni siquiera se pensaba que este estilo de vehículos se posicionaría entre el gusto popular.

RAV4 son las siglas de «Recreational Activity Vehicle 4-Wheel Drive” que Toyota lanzó con el propósito de obtener un puesto entre el segmento de los vehículos compactos utilitarios.

Aunque es un todoterreno, su uso está enfocado más que todo para uso en la ciudad, y para la utilización familiar, ya que pese a ser un vehículo compacto es muy espacioso y cómodo, para que todos puedan caber sin problemas. Este modelo, sin duda, es uno de los más vendidos de la marca en todos los países.

Si estás buscando un vehículo de alta calidad, que sea cómodo, bonito y esté siempre a la vanguardia de las innovaciones tecnológicas del motor, tienes que probar un Toyota y vivir la experiencia de conducir uno. Si ya has tenido uno, sabes de lo que hablamos, y si no lo has tenido, pruébalo y sé uno de los millones de afortunados que ya los disfrutan.