El entrenador del Recreativo de Huelva, Carlos Pouso, ha atendido a los medios de comunicación vía telemática antes del penúltimo partido que el Decano jugará esta temporada este domingo ante el Recreativo Granada y donde ya está descendido de manera matemática a quinta categoría del fútbol nacional. El técnico vasco, que cuenta ya sus días para su efímera y desastrosa etapa en el Decano, donde todavía no ha sumado ni un punto en los seis partidos que ha dirigido al equipo, habló mucho más del futuro del club que del presente.
«El Recre no tiene que tener prisa en el mercado y seguro que va a hacer un equipazo. La gente de Huelva se va a morir por jugar aquí. Tiene que venir gente humilde que sabe adónde va a venir. Para el Recreativo es una obligación el ascenso esté en la categoría en la que esté. Por historia, en tercera división, va a ser una obligación. La obligación es intentarlo y vas a ser un Barça en la categoría pero como te creas mejor que los demás por el escudo te va a pintar la cara cualquiera».
Del estado anímico de la plantilla reconoce que «estamos jodidos pero ya no de esta semana, sino desde hace tiempo. Es como cuando tienes un enfermo que sabes que se va a morir, eso no quita que en el momento de la defunción no llores. Somos responsables de esta situación y tenemos que asumirla, es una mancha que no vamos a limpiar ni con lejía”.
Y de los dos partidos que restan de liga aunque el equipo ya no se juega nada deportivamente hablando contesta que «hagamos lo que hagamos es imposible que limpiemos la chapuza que hemos hecho pero tenemos que competir hasta el último día. Tenemos que superar este momento duro, este trago y quedan dos partidos y tenemos que dar el máximo que podamos. Hemos hecho un cagadón pero tenemos que seguir por dignificar el escudo y la competición. No podemos caer en la sensación de que los dos partidos se pueden tirar”.
Además afirmaba que «la mancha está ahí; al final hemos sido responsables de llevar al Recreativo a la categoría más baja en su larga historia; es una espina que tenemos clavada y tenemos que soportar; en esa pena tiene que ir nuestra penitencia. Pero no se olvide nadie que en este barco hundido estamos todos, aquí no puede haber ratas que se escaqueen, en la foto estamos todos».