El Partido Popular de Almonte, parte del equipo de Gobierno del Ayuntamiento de la localidad junto con Mesa de Convergencia y PSOE, ha recibido «con disgusto» el procesamiento de José Miguel Espina Bejarano, actual primer teniente de alcalde de la villa, por delito medioambiental por los daños causados en el Médano del Asperillo en el verano de 2019. A Espina, además se le imputa un presunto delito de prevaricación. Por ambos, la Fiscalía solicita para el concejal cuatro años de prisión y 15 de inhabilitación para el ejercicio de un cargo público, algo de extrema gravedad que requiere de una reacción inmediata y a la altura de las circunstancias por parte del concejal y del propio PSOE.
Para los populares, es incuestionable que José Miguel Espina Bejarano debe entregar de forma inmediata su dimisión y su acta para dirimir este proceso penal y defender su presunción de inocencia al margen de la representación institucional y el cargo como gestor público que ocupa. Es más, el PP de Almonte creía que, en un gesto de dignidad y de integridad política, el concejal procedería a comunicar su renuncia y a hacer entrega de su acta durante la celebración del Pleno Extraordinario de ayer, y no comportarse como si no pasara absolutamente nada, como ocurrió realmente.
Pero es que, además, el propio PSOE, como tantas veces se ha encargado de recordar, recoge en su código ético interno la obligación de dimitir en cuanto un cargo del partido tenga noticia de la apertura de una causa oral por delito penal contra su persona. Circunstancia esta en la que nos encontramos.
Este código, que no es de dominio exclusivo del PSOE, sino un ejercicio de honestidad y transparencia que ostentan otros partidos como el PP, ya ha sido aplicado con antelación por los populares, sin tener ni remota comparación con la causa a la que se enfrenta Espina Bejarano. Así, el Partido Popular de Almonte, en lo que va de legislatura, ha puesto de manifiesto con claridad cuál es su apuesta por los valores de la honestidad, de la transparencia y de la honorabilidad de sus cargos, “pues entendemos la ética como condición indispensable para el servicio público”. Así, hace pocos meses, el concejal de Seguridad Ciudadana, Manuel Ángel Fernández, presentó su dimisión voluntaria e irrevocable por una cuestión que ni si quiera atendió a cuestiones jurídicas si no morales, demostrando de este modo no sólo el reconocimiento de su falta, sino la aceptación de su responsabilidad.
Por tanto, le pedimos al PSOE que, atendiendo a la gravedad de los cargos y la situación en la que esto coloca al primer teniente de alcalde de nuestro Consistorio, dé un paso de responsabilidad inmediato para que el Ayuntamiento de Almonte pueda seguir con absoluta normalidad su gestión en el día a día sin asuntos que puedan intoxicar la imagen del conjunto del equipo de Gobierno.
Asimismo, deseamos a José Miguel Espina Bejarano que pueda defender su causa desde el ámbito personal con todas las garantías y discreción necesarias.