Otro año más, Ecologistas en Acción ha presentado el informe Banderas Negras 2021 para denunciar «aquellos problemas más relevantes a lo largo de los casi 8.000 km de litoral de nuestras costas peninsulares
e insulares», en el que se adjudican dos de estos ‘galardones’ a la provincia de Huelva.
«Como viene siendo habitual –subraya la ONG– nos encontramos con algunas banderas recurrentes que ya obtuvieron este galardón de denuncia en el año 2020 o incluso en años anteriores, como, por ejemplo: la contaminación industrial en la ría de Huelva o en Pontevedra por ENCE, el Mar Menor en Murcia, un histórico de este informe, o la situación de la EDAR de la playa de El Carmen en Barbate (Cádiz), entre otras.
Lamentablemente, muchas de estas situaciones no se han solucionado por parte de las Administraciones públicas locales, regionales ni estatales, y en ciertos casos, ha habido un agravamiento de los problemas denunciados».
A continuación, reproducimos de forma integra la parte del informe elaborado por Ecologistas correspondiente a la provincia de Huelva:
Banderas Negras Huelva
Bandera Negra por contaminación. Ría de Huelva.
Motivo: La Ría de Huelva es un espacio donde confluyen gran cantidad de actividades de riesgo y los episodios
de vertidos al mar y contaminación atmosférica se producen constantemente.
Antecedentes: Vertidos de hidrocarburos, incendios en refinería, episodios de contaminación por SO2,
emisiones de partículas desde los apilamientos al aire libre de Coque de petróleo y carbón, son constantes
desde que en pleno franquismo se instaló un polo químico sobre la Ría de Huelva. Desaparecieron sus playas
históricas y las actividades de pesca y marisqueo sufrieron las consecuencias del vertido de las empresas de
fertilizantes y de transformación de productos mineros que se ubicaron primero en la propia ciudad de
Huelva y posteriormente en el Puerto exterior.
Contexto: La combinación de industria química extremadamente contaminante (refinería, planta de
amoniaco, fábrica de cloro, fertilizantes, pigmentos para pinturas…) con el trasiego portuario y grandes
almacenamientos de materias peligrosas (metano, gasoil y gasolina…) convierten a la Ría de Huelva en un
espacio de alto riesgo en el que son constantes las emisiones atmosféricas y demasiado frecuentes los
vertidos a los espacios marinos. El Puerto sigue ocupando y rellenando espacios marinos con los
sedimentos contaminados procedentes de sus dragados, y una amplia zona de las marismas de la ría está
ocupada por unos 120 millones de toneladas de residuos peligrosos y radiactivos conocidos como fosfoyesos,
procedentes de los años de producción de ácido fosfórico por parte de Fertiberia, Foret y otras empresas.
Resumen: En estos últimos meses se han producido varios episodios de contaminación marina, que podrían
haber tenido graves consecuencias. Un vertido de varias toneladas de hidrocarburos contaminó en abril la
costa de Doñana y se necesitaron varios días de trabajo de limpieza para retirar las cientos de miles de
manchas de hidrocarburo que se depositaron en la playa entre Mazagón y Matalascañas. Pocos días después,
se produjo un choque entre un petrolero y un metanero en la zona de anclaje del puerto de Huelva. En los
dos casos, el silencio y el oscurantismo marcaron la actuación de las autoridades competentes. En un caso,
se pretendió situar el origen de la contaminación en un vertido desde tierra, y en el otro, no se informó sobre
el choque de buques hasta una semana después.
Bandera Negra por mala gestión. El Portil.
Localización: Desembocadura del Río Piedras. Entre los municipios de Cartaya y Punta Umbría (Huelva).
Motivo: Muros de piedras sobre la arena para proteger las urbanizaciones y presiones para la construcción
de espigones en una dinámica de trasladar los problemas de impacto de mareas y temporales de una zona a
otra de un litoral que está perdiendo sus características naturales y el dominio público.
Antecedentes: La playa de El Portil se sitúa entre la Laguna que le da nombre, frente a la Flecha de El
Rompido. La playa y el conjunto de la zona urbanizada está ubicada en un espacio sujeto a fuerte dinámica
litoral.
Contexto: Las urbanizaciones de El Portil, perteneciente al municipio de Punta Umbría y Nuevo Portil, al de
Cartaya, rodean una parte de la Reserva Natural Laguna de El Portil, espacio protegido singular formado por
el taponamiento de un pequeño arroyo por el avance del cordón dunar. La Flecha Litoral de El Rompido,
actualmente en crecimiento con más de diez kilómetros de longitud, también es un espacio protegido, Paraje
Natural junto con el conjunto de la Ría del Piedras. El Portil fue urbanizado en la primera ola de
construcciones sobre la playa impulsada por el Ayuntamiento de Punta Umbría, mientras que en la década
de los 90, el de Cartaya inició la ocupación de su parte, con campo de golf y puerto deportivo, los típicos
componentes que acompañaban a la especulación inmobiliaria de la época.
Resumen: Situar urbanizaciones en zonas de fuerte dinámica litoral, buscando la ocupación hasta el extremo
de la playa y el dominio público litoral generan situaciones de riesgo permanente para las mismas, máxime
cuando se están dejando ver los inicios de los impactos del cambio climático, añadidos a los de las obras de
espigones costeros y embalses en los ríos que aportan los sedimentos que alimentan las playas. Ante esta situación, han primado las obras de emergencia, sin coordinación ni evaluación de los impactos
concatenados, en una sucesión de muros de piedras, sacos rellenos y la continua reclamación de nuevos
espigones. En definitiva, continuo despilfarro de dinero público para defender puntualmente los intereses
privados derivados de unas construcciones que nunca se debían haber situado en esos lugares.
Soluciones o propuestas de mejora: Reordenación de los espacios litorales, situando las líneas de dominio
público marítimo-terrestre de acuerdo con la actual realidad y renunciando a soluciones “políticas” a corto
plazo como los espigones, que no sirven más que para generar nuevos y mayores impactos. Una reordenación
del litoral necesariamente va a tener que abordar retranqueos y eliminación de edificaciones en zonas de
alto riesgo, actuaciones que habrá que abordar con criterios justos para quienes confiaron en las promesas
de promotores y administraciones irresponsables.