Broche de oro para la 36 edición del Festival Castillo de Niebla: Manuel Liñán -Premio Nacional de Danza 2017-, y su espectáculo ¡Viva!. Concebido como “un canto a la libertad del movimiento, donde lo femenino es abrazado como propio, desde el cuerpo masculino, donde los patrones de género, en un mundo codificado como el flamenco se rompen desde la alegría y el gozo, creando nuevos terrenos que, aunque inexplorados, no nos resultan lejanos…”.
Cuenta Liñán que de pequeño se encerraba en su cuarto “y me vestía con la falda verde de mi madre. Me adornaba el pelo con flores, me maquillaba, y bailaba a escondidas. Ese baile era impensable fuera de esas cuatro paredes”. De esta memoria íntima de la infancia nace ¡Viva!, “en unas circunstancias, donde reglas sociales y artísticas, imponen de alguna manera a que el artista deba manifestarse según su género”.
En clave de celebración, Liñán propone la pluralidad del baile, las distintas formas y la singularidad de cada una de ellas. Junto a seis bailaores-bailarines, que serán los encargados de explorar y bucear en este universo fascinante del travestismo, y exponer así, la parte formal de estas identidades, que forman nuestra propia naturaleza.
En ¡Viva! participan, además de Manuel Liñán, los bailaores Miguel Ángel Heredia, Manuel Betanzos, Jonathan Miró, Hugo López, Víctor Martín y Daniel Ramos, un elenco que completan las voces de David Carpio y Antonio Campos, la guitarra de Francisco Vinuesa, el violín de Víctor Guadiana y la percusión de Kike Terrón. Esta es la segunda vez que el bailaor y coreógrafo se sube a las tablas del Castillo de Niebla, donde actuó con ‘Reversible’ en 2016, espectáculo que comparte con ¡Viva! el Premio de la Crítica del Festival de Jerez.