Mesa de la Ría alerta del peligro que supone «el recrecimiento previsto por la Junta de Andalucía de los muros de las balsas de lodos tóxicos de Atalaya Riotinto Minera, que puede provocar una catástrofe mayor que la sucedida en Aznalcóllar».
Según explica en nota de prensa Mesa de la Ría, «la Junta de Andalucía pretende autorizar el recrecimiento de las balsas de residuos mineros de Riotinto hasta alcanzar una altura de unos 100 metros, el equivalente a un rascacielos de 33 plantas.
Las balsas de lodos estériles denominadas Gossan, Cobre y Aguzadera son un único conjunto que ocupa 595 hectáreas (unos 1.200 campos de fútbol) y albergan en su conjunto unos 240 millones de toneladas de lodos tóxicos, que con esta ampliación alcanzarían los 400 millones de toneladas, cuatro veces mayor que el volumen de los fosfoyesos depositados las marismas del Tinto.
Mesa de la Ría ha presentando alegaciones a la Junta de Andalucía donde alerta de que existen dos informes técnicos que ya pronosticaban la rotura de los muros y una ola tóxica en el río Odiel y que, sin embargo, la administración no analiza y excluye de la exposición pública.
Un informe encargado por la propia empresa minera en 2014 ya advertía que la ola de lodos tóxicos arrasaría toda la cuenca del Odiel, incluyendo poblaciones como Gibraleón, barriadas bajas de la ciudad de Huelva, infraestructuras estratégicas y el Puerto de Huelva, arrasando los espacios protegidos de Marismas del Odiel y extendiendo la contaminación a las costas de Doñana.
Según el presidente de la Asociación Mesa de la Ría, Juan Manuel Buendía, “ambos informes han sido excluidos nuevamente por la Junta de Andalucía de la información ambiental para recrecer estas balsas de lodos, lo que supone una patada hacia adelante que nos acerca a una catástrofe ambiental tan lamentable como la de Aznalcóllar”.
En este sentido, Buendía asegura que “la Junta tiene el deber de proteger a sus ciudadanos y de anteponer la seguridad de quienes viven a orillas del Odiel frente a los intereses de una empresa que, para obtener el máximo beneficio recrece las antiguas balsas de lodos como en otros lugares no permiten”
La rotura de unas balsas similares en 2019 en las minas de Brumadinho (Brasil) que arrasó municipios de la cuenca fluvial y dejó 259 muertos, ha llevado a ese país a prohibir la construcción de balsas de residuos mineros con el método “aguas arriba”, la misma técnica que la Junta autoriza ahora a Riotinto para aumentar su capacidad», concluye la nota de Mesa de la Ría.