La serie coreana ‘El Juego del Calamar’ se ha convertido en un fenómeno mediático de primer orden, pero también ha generado gran inquietud entre padres y educadores.
La crueldad y competitividad sin límites en unos participantes que van superando pruebas -la mayoría muere en el intento- para obtener dinero genera recelos de cara a que los menores intenten imitar ese tipo de juegos en su vida cotidiana.
Para enfrentarse a esta problemática ha nacido una iniciativa que ofrece, exactamente, lo contrario: pruebas de solidaridad, inclusión, apoyo al medio ambiente y compañerismo positivo entre otras virtudes.
‘El Juego del Choco’ ha comenzado su recorrido en el entorno de Doñana y ha escogido como símbolo este cefalópodo tan abundante en la costa onubense.
La idea ha sido diseñada por la Asociación ‘El Burrito Feliz’ y su coordinadora de Proyectos, Cristina Mariño, muestra su satisfacción por las primeras experiencias: “Es muy gratificante ver a los pequeños esforzándose por recoger la basura del bosque o ayudar a los que se quedan un poco rezagados en las pruebas”.
Cada competición contara con 8 participantes de cara a superar ocho pruebas. Todas ellas potenciadoras de valores humanos y medioambientales.
Dos tutores adultos les acompañan en el recorrido por el bosque –tutores que podrán pertenecer al colegio o asociación que presente el equipo–.
Se puntuará desde repoblar el bosque plantando bellota hasta preparar un desayuno saludable en equipo, con ingredientes que mejoren la calidad de vida y dificulten la obesidad.
En cada grupo se incluirá un mínimo de un miembro que cuente con alguna capacidad o limitación especial y se puntuará, muy significativamente, el observar como el resto de los pequeños favorecen la integración de este menor.
Igualdad de género, respeto a los padres y tutores, educación y entusiasmo irán puntuando también durante el desarrollo de las pruebas.
El logo, que ya ha sido catalogado por muchos como “obra maestra”, ha sido realizado por el prestigioso artista cubano, afincado en Suiza, Ramses Morales, que rápidamente encontró inspiración al leer la propuesta de esta actividad, “una de las más bellas ideas que he tenido que dibujar”.
Cristina Mariño informa que en unos días presentarán el proyecto a la Diputación Provincial de Huelva. “Esta idea, nacida en Huelva, potenciará enormemente la imagen de nuestra provincia en todo el mundo como ya ha pasado con nuestros Burros Limpiacostas o el apoyo a los sanitarios del Covid en nuestros bosques”, asevera.
Comienza la partida y los pequeños, ataviados con una equipación colorista, aspiran a su premio basado en la humanidad y el esfuerzo solidario.
