El email marketing se ha convertido en una de las mejores estrategias de posicionamiento y de ventas en internet. Fácil, barata, práctica y versátil, es utilizada por empresas de todos los tamaños y presupuestos, siendo esas cualidades factores determinantes de su popularidad.
El email marketing no es más que enviar correos masivos a usuarios previamente incluidos en una lista de suscriptores. Sin embargo, de la acción a la estrategia hay mucha diferencia y en la estrategia están todos los consejos, buenas prácticas y metodologías que convierten a esa simple acción en una de las herramientas de conversión y ventas más importantes dentro del marketing online.
Algunos consejos son sencillos de aplicar, pero no quiere decir eso que siempre se apliquen por defecto, de manera que es posible que una campaña de email marketing esté despilfarrando recursos o esté subutilizada porque no se tienen en cuenta algunas recomendaciones técnicas o creativas que pueden incidir positivamente en los resultados del email marketing en todos los niveles.
Los correos se están enviando al SPAM
Uno de los consejos más sencillos de aplicar, por los problemas que genera cuando se omite, es el de saber como evitar spam a toda costa, puesto que un correo enviado que termine en SPAM no solo es un correo, sino que puede ser el desencadenante para que los servicios de correo electrónico bloqueen o agreguen a listas negras a las IPs utilizadas en su estrategia, lo que puede conducir a una pérdida de tiempo y de dinero, pero también a no alcanzar los resultados que realmente se persiguen.
El correo basura es detectado actualmente por los servicios de correo electrónico mediante inteligencia artificial, siempre y cuando los correos sigan algunos patrones concretos que les hacen saltar las alarmas. Lo mejor es, en cualquier caso, personalizar cada uno de los envíos de cada campaña, evitando reutilizar en mucha cantidad porque comenzará a sospecharse que es SPAM.
También, por supuesto, enviar correos únicamente a usuarios que se hayan dado de alta a la lista de suscriptores, siendo útil activar el doble opt-in para garantizar su entregabilidad. Finalmente, elegir programas para enviar correos masivos que implementen las mejores medidas técnicas para garantizar que los correos se entreguen, donde cada uno de los proveedores tendrá tecnologías propietarias para ello.
Dotar al contenido del formato adecuado
Tasas de apertura, de lectura, de conversión. Es tal vez en ese orden en el que se pudieran medir de forma sencilla y elemental las campañas de email marketing y sobre todo el éxito que pueden llegar a tener, traduciendo eso en ROI conforme se calculan las ventas netas.
Pero para que las tasas sean altas, muchas veces hay que invertir mayor creatividad y atención en un factor a menudo olvidado: el formato.
No todos los formatos funcionan igual en todos los sectores y temáticas, ni todos los formatos tienen el mismo poder de captación o relevancia. Los vídeos, las imágenes, los textos, incluso los contenidos interactivos dentro del propio correo -algunas plataformas como Mailrelay permiten crear contenido dinámico que desencadenará acciones de acuerdo a la interacción del usuario- tienen diferentes probabilidades de apertura, lectura y conversión, y lo mejor es usar el formato adecuado en el entorno correcto.
Para ello, los mejores consejos están en hacer el ensayo y error, que en el email marketing puede hacerse mediante un test A/B para extraer conclusiones. También, buscando plantillas o contenidos acerca de cuáles son los formatos más utilizados para cada ocasión, o bien revisando las campañas de email marketing que utilizan las grandes empresas para cada caso, ya que muchas de ellas tienen resultados excepcionales en dichas estrategias.
Depurar frecuentemente la lista de contactos
La base de datos de contactos de una lista de suscriptores necesita ser depurada con frecuencia. Lo que interesó a los usuarios a darse de alta en un momento dado puede que ya no les interese tanto, y las tasas de apertura y lectura hayan caído drásticamente. Algunos usuarios dejan de tener acceso a determinados correos, mientras que en otros casos hay correos que no están vinculados a ningún usuario o servicio, arrojando errores en los envíos.
Mientras más grande sea la lista de suscriptores, más frecuentemente se deben hacer tareas de depuración. Hacer esto mejorará la calidad de la lista, evitando confundir la estrategia de que a mayor cantidad, mejores resultados, lo cual casi nunca será cierto.
Depurar la lista evitará también que algunas empresas de servicios de internet coloquen correos trampa en la base de datos para prevenir el SPAM, lo cual puede resultar contraproducente para los resultados pretendidos con la estrategia de email marketing.
No hacer crecer en calidad la lista de contactos
La calidad es la base del éxito de los negocios en internet. Y cuando se habla de audiencia o de público objetivo, encontrar la máxima calidad posible puede repercutir en resultados excepcionales en el apartado tangible, con un retorno de inversión elevado y a un coste mucho más bajo, incluso gratis si se utilizan algunas empresas cuyas funciones necesarias estén dentro de los planes gratuitos.
Hacer crecer la calidad de la lista de contactos es mucho más útil que hacer crecer la cantidad. Para ello, es bastante útil saber utilizar las variables y todos los campos de información sobre cada uno de los usuarios, definir correctamente al público objetivo y, por encima de todo, medir cada uno de los ítems que pueden ser importantes de cara a las conversiones y a la concreción de acciones por parte de los usuarios. Así, la lista de contactos de una campaña de email marketing crecerá desde afuera -ganancia de calidad en el público objetivo- y desde adentro -contenido mejor orientado a un mejor público objetivo-, siendo posiblemente el consejo más importante a largo plazo para convertir al marketing por correo electrónico en la herramienta definitiva para generar mayor volumen de ventas, que sin lugar a dudas es la prioridad de todos los negocios en internet, independientemente de que se dediquen a la venta de productos o a la oferta de servicios.