Mesa de la Ría ha puesto a disposición de la ciudadanía, a través de su página web y redes sociales, un “documento tipo” con una docena de alegaciones en contra del proyecto de Fertiberia en el trámite de modificación de la Autorización Ambiental que se está tramitando por la Delegación de Desarrollo Sostenible en Huelva, y cuyo plazo de información pública finaliza el próximo 3 de febrero.
El documento elaborado por Mesa de la Ría contiene hasta doce alegaciones que cuestionan la viabilidad del proyecto tanto técnica como jurídicamente. En este sentido, se citan los estudios realizados por los investigadores de la Universidad de Huelva, que constatan la imposibilidad de añadir más peso a las balsas mediante el tapado superficial con tierra, ya que la marisma sobre la que se asientan ha superado con creces su capacidad portante y el riesgo de colapso es una realidad.
Además, la organización pone en cuestión un proyecto que omite presentar alternativa alguna de restauración para la denominada ‘zona 4’, precisamente el lugar más peligroso para la salud de la población porque en esta zona se encuentran los vertidos contaminados con el isótopo radiactivo Cesio 137, procedente del accidente de Acerinox de 1998.
Mesa de la Ría pretende con este escrito, que al igual que sucediera durante la tramitación de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) hace más de un año por el Ministerio de transición Ecológica, sean miles los ciudadanos y colectivos sociales de Huelva los que aleguen contra el proyecto de Fertiberia.
El concejal de Mesa de la Ría, Rafael Gavilán, lamenta que “con las necesidades que acumula Huelva en materia de inversiones e infraestructuras, en las que las Administraciones implicadas no han sido capaces históricamente de ponerse de acuerdo, en este asunto van de la mano -Estado, Junta de Andalucía y Ayuntamiento- para enterrar a Huelva y a su futuro bajo un manto blanco de fosfoyesos radiactivos”.
Mesa de la Ría pretende con esta iniciativa que los propios ciudadanos, a título individual, puedan mostrar su oposición y rechazo a “un proyecto que consiste en dejar más de cien millones de toneladas de residuos para siempre en el lugar donde se encuentran, una zona con un alto valor natural y que por tanto estamos obligados a conservar y proteger”, ha asegurado Gavilán.
