Con el título ‘Estudio multicéntrico nacional sobre la organización de las consultas de Pediatría de Atención Primaria en España durante la primera ola de la pandemia de COVID-19’, se ha coordinado desde Huelva durante los meses de marzo a mayo de 2020 un trabajo de investigación nacional en el que participaron especialistas en Pediatría de todas las comunidades. Este proyecto ha estado impulsado por el grupo de trabajo de Patología Infecciosa de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria, con Beatriz Morillo, pediatra del Hospital de Riotinto y entonces responsable de la consulta de pediatría del centro de salud de Aracena, como investigadora principal.
Un estudio muy ambicioso que se inició desde la red de atención primaria de la Sierra de Huelva en los primeros estadios de la pandemia, aún sin conocer el verdadero alcance que llegaría a experimentar posteriormente la extensión del virus y las medidas necesarias para su control. El objetivo no ha sido otro que analizar cómo se planificó y llevó a cabo la asistencia sanitaria en las consultas de pediatría de Atención Primaria durante la primera ola.
Una información crucial para conocer las medidas puestas en marcha en todo el territorio nacional, la idoneidad de las mismas y la respuesta que el sistema sanitario en su conjunto fue capaz de ofrecer desde un primer momento. Los resultados y conclusiones de este estudio multicéntrico se han publicado recientemente en la revista científica de alcance nacional oficial de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria.
En este proyecto, único desarrollado en este ámbito en la primera ola, han participado 110 pediatras que prestan servicio en la red de centros de salud de todo el país, disponiendo así de una representación total de 107.715 pacientes pediátricos del territorio nacional. Además, ha contado con la colaboración de la Fundación Andaluza Beturia para la Investigación en Salud en Huelva (FABIS) que, entre otras cuestiones, ayudó en el análisis de datos estadísticos y de gestión del proyecto investigador.
El estudio pretendía determinar la oportunidad de algunas de las medidas y protocolos implantados teniendo en cuenta la evolución de la pandemia y la poca información que, sobre el comportamiento del virus se tenía a nivel mundial y, en especial, la repercusión en los niños. Una vez que se fue generalizando en la Atención Primaria la disponibilidad de pruebas diagnósticas, los datos epidemiológicos se fueron acercando más a la realidad y permitieron organizar la asistencia de una forma más certera y siendo conscientes de los riesgos reales para los menores.
Si bien no se registraron casos graves en niños y la morbimortalidad en los pacientes pediátricos comparada con la de los adultos era mucho menor, en un primer momento se desconocía el papel que como transmisores podían tener los menores, además del riesgo añadido para el contagio que suponía la imprescindible presencia de un acompañante en consulta, que podía estar afectado y ser asintomático.
Estas incertidumbres propiciaron cambios organizativos importantes en los centros de salud, con restricción del acceso y redistribución de las tareas de los profesionales que afectaron a la organización de las consultas y a la población a la que tenían que atender. Este estudio trata de reflejar qué sucedió exactamente en esos primeros días y cómo el sistema sanitario se adaptó a estos cambios.
Entre las conclusiones del estudio se demostró que la mayoría de las consultas de pediatría de AP registraron una disminución considerable de la demanda asistencial, y en especial de la consulta presencial. En este sentido la consulta telemática se incrementó en nuestro país de un 38,11% a un 90,47% y, como mecanismo de compensación, los distintos centros, con sus pediatras a la cabeza, establecieron un sistema de triaje o clasificación de pacientes inicial, en el que se determinaba la posible patología y la respuesta más adecuada para cada uno de ellos, teniendo en cuenta las limitaciones que imponía la pandemia.
Desde el estudio, se plantea también como opciones de futuro la importancia de estudiar y regular el desarrollo de la asistencia telemática y la implantación del triaje, sobre todo teniendo en cuenta las posibilidades que ofrece tanto para la optimización de la asistencia como para la reducción de la demanda presencial, tanto en caso de prolongación de las medidas de aislamiento como en la vuelta a la actividad normalizada.
Conclusiones de un trabajo de investigación que, liderado desde el sistema sanitario público de Huelva puede ayudar a comprender la evolución de la pandemia y la respuesta que, en su momento, se dio en el ámbito de la atención pediátrica, siempre con el objetivo último de ofrecer la mejor asistencia posible a los pacientes y mejorar su nivel de salud.