Ecologistas en Acción ha recibido «con satisfacción la noticia de que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha revocado el permiso de importación y ha paralizado la admisión de residuos contaminados de Montenegro, recibidos por la empresa DSM para enterrarlos en el vertedero de Nerva».
Se trata, según los ecologistas, de un primer paso necesario para evitar que Andalucía se convierta en el basurero y supermercado de residuos tóxicos de Europa y de fuera de Europa. Plantean que es necesario mantener las actuaciones de inspección y control del traslado de todos los residuos peligrosos importados que llegan por barco y por carretera con destino a nuestros vertederos, en el marco del Plan Estatal de inspección en materia de traslados transfronterizos de residuos aprobado en 2021 vigente hasta 2026.
Ecologistas en Acción denunció la semana pasada la actividad de carga y descarga de miles de toneladas de sustancias tóxicas en el Puerto de la ciudad de Sevilla, con la posible doble afección: a la ciudadanía sevillana por contaminación atmosférica, y a las aguas del río Guadalquivir.
Del mismo modo, la entidad solicitó hace dos semanas a las ministras para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, y de Hacienda, María Jesús Montero, que se pusieran en marcha inspecciones no programadas y todos los mecanismos necesarios para el control de estas mercancías, como prevé el Plan, contando con las Comunidades Autónomas, el SEPRONA de la Guardia Civil y otros cuerpos de seguridad del Estado y autonómicos.
Los residuos peligrosos y no peligrosos constituyen un grave problema para los países productores, que muchos pretenden resolver con el traslado a otros países que se ocupan, bien de incorporarlos a la economía circular mediante su valorización, o bien de quemarlos o enterrarlos en depósitos permanentes.
Este último caso es el habitual en Nerva, el pueblo de Huelva que tiene a 700 metros y desde hace 25 años el vertedero tóxico. Este está gestionado por DSM Soluciones Medioambientales y ha recibido desde 2019 casi 70.000 toneladas de estos residuos de Montenegro y, por ejemplo, desde 2018, más de 100.000 toneladss tóxicas de Italia.
Si bien el Gobierno andaluz quiere prolongar la vida útil de este vertedero alargando el proceso de clausura sin decretar c su cierre definitivo, la población de Nerva, numerosos colectivos onubenses y Ecologistas en Acción exigen el cierre inmediato de estas instalaciones cuya gestión es riesgosa y accidentada, perjudica su salud y su convivencia, y están colmatadas desde hace años.