La Asociación de Vecinos de San Pedro y San Sebastián ha pedido al Ayuntamiento de Huelva que elimine los cipreses que actualmente hacen de pantalla junto al muro de la iglesia de San Pedro. Los vecinos argumentan que los cipreses se pusieron para tapar las deficiencias del muro, pero que si va a haber una rehabilitación del mismo no tiene sentido que se mantengan y defienden que se vuelve a imagen original de toda la vida, sin cipreses.
La asociación explica que «tras la reunión mantenida por esta Asociación de Vecinos de San Pedro y San Sebastián con responsables de Urbanismo del Ayuntamiento de Huelva, para conocer el proyecto de rehabilitación del Mercado de Santa Fe y la restauración del muro de la parroquia mayor de San Pedro, nos gustaría hacer algunas consideraciones, tanto al Ayuntamiento de Huelva como a la Delegación de Cultura al tratarse la iglesia de un Bien de Interés Cultural la Consejería de Cultura tiene responsabilidad sobre ella.
La construcción del muro y escalinatas de la parroquia es una consecuencia del desmonte del cabezo de Molino de Viento, una necesidad para proteger el templo según proyecto elaborado en 1889 y concluido en 1891, sufragado por el pueblo de Huelva.
Al mismo tiempo, el porche que se habilitaba serviría de mirador hacia la Ría.
La falta de un mantenimiento periódico y las lluvias torrenciales de octubre de 1993 hizo saltar la alarma. Tras los estudios pertinentes se pudo comprobar la solidez del muro, sin embargo se puso en evidencia el deterioro de su aspecto en general. Lo que lleva consigo unas obras de mejora en 1995.
Sin embargo, siempre faltó una intervención integral en todo el frontal y escalinatas.
Ello motivó muy posteriormente a la colocación de un muro de cipreses, que lo único que buscaba era tapar las vergüenzas del mismo y la falta de interés de las Administraciones por su rehabilitación.
En la actualidad el muro se encuentra literalmente tapando todo el frontal de la iglesia desde el Paseo de Santa Fe, donde se había consolidado su visión arquitectónica perfectamente integrada con la iglesia, como así ocurría desde finales del siglo XIX para solventar el despropósito del desmonte del cabezo de Molino de Viento por lo mucho que afectó al templo.
Numerosas e insistentes quejas estéticas vieneocasionandodesde su plantación el muro de cipreses, ya que no tiene ni sentido estético ni arquitectónico ni tampoco visión verde de la ciudad, pues esta es una zona en la que las dos hileras del palmeral del paseo de Santa Fe es perfectamente suficiente en este entorno, que además confluye en este apantallamiento arquitectónico para evitar el desplome del muro, a la vez que lo respeta y lo enfatiza estéticamente.
En lo anecdótico están las quejas de quienes acuden al paseo a ver salidas procesionales del templo y se han quejado de que tapan la Puerta del Mar de la iglesia. De igual forma el porche ha dejado de ser mirador, aunque ya no se alcance la vista a la Ría por estar colmatada de edificios, a lo que contribuye igualmente la altura de los cipreses.
Los cipreses no son la imagen histórica de la zona
Esto ha llevado a una irrisoria solución que es desmochar la parte alta de los cipreses para evitar que suban del nivel del porche. Por lo que ya ni son cipreses ni nada, solo una pantalla verde y amorfa que distorsiona la visión de todo un conjunto arquitectónico, al haber quedado desde hace más de un siglo perfectamente integrado el muro y escalinatas con la parroquia de San Pedro.
Igualmente, entendemos que la arboleda instalada también recientemente en la calle Daoiz en uno de los extremos de las escalinatas del muro tampoco contribuye a la belleza de este Bien de Interés Cultural sino que lo tapa, así como la visión de todo el conjunto con la iglesia, que se trata del monumento más relevante e importante por su antigüedad y significación para la ciudad.
Es por lo que entendemos que en la actuación que ahora va a iniciar el Ayuntamiento de Huelva es necesario se proceda a la eliminación de los cipreses, al igual que de la alta arboleda de la misma calle», se concluye desde la asociación vecinal.