La pandemia dio un respiro a los más de 2.000 equinos y bovinos que, cada año, de media, suelen explotarse en la Romería de El Rocío, pero una vez retomada la actividad, vuelven a darse crudas imágenes de los percances sufridos por caballos y bueyes a lo largo de su recorrido por Andalucía hasta llegar a la aldea de El Rocío, en Almonte, Huelva.
PACMA denuncia que, en los últimos 20 años, más de 200 equinos y bovinos han perdido la vida en el camino, soportando las altas temperaturas del sur de España en pleno junio, cargados con mantos y abalorios y tirando de pesadas carrozas con escaso acceso a agua o comida durante las largas jornadas.
Cada año, el Partido Animalista se ha encargado de recordar el trato abusivo al que se somete a los diferentes animales que participan en las hermandades y la romería de El Rocío; un festejo que se caracteriza por el uso de miles de caballos que se ponen al frente de las carrozas y que son utilizados como medio de transporte por particulares. De hecho, existen empresas que se dedican al alquiler de estos animales y que tampoco están exentas de polémica.
En 2014, la asociación El Refugio del Burrito denunció a un propietario por alquilar a sus caballos, en evidente estado de desnutrición y caquexia, para que fueran usados por niños durante la romería. Fue condenado en 2017. En 2020 se condenó a dos personas por alquilar mulas heridas para tirar de un carro durante la romería de 2016.
Cifras escalofriantes
Sin poder determinar el número exacto de animales muertos durante la festividad de El Rocío, los medios de comunicación han documentado durante años las altas cifras que cada año polemizan sobre la necesidad de utilizar animales como medio de transporte en el siglo XXI.
En 2012, los medios de comunicación notificar la muerte de 11 caballos. En 2013 fueron 23; 11 en 2014; 8 en 2015; 4 mulas y 9 caballos en 2016, 10 caballos y un buey en 2017; 9 caballos y un buey en 2018, y 7 caballos en 2019. De 2022 aún no ha trascendido la cifra de posibles muertes, probablemente por el miedo de la organización a provocar el enorme revuelo social que suponen estas noticias cada año.
Sin embargo, sí que se han documentado incidentes. Primero, un caballo se produjo heridas en una de sus patas traseras al ceder al peso el suelo de madera sobre el que caminaba. Ocurrió al paso de la Hermandad de El Rocío de Huelva por el Muelle del Riotinto durante el pasado jueves. Días más tarde, otra carroza que se dirigía a la aldea acabó accidentada al desplomarse uno de los bueyes, quedando anclado a su yunta por la cabeza.
PACMA insiste en la necesidad de acabar con el uso de animales en festejos, empezando por la Romería de El Rocío; uno de los mayores escaparates de maltrato animal de España: «en El Rocío confluyen cientos de miles de personas, música, ruido y un calor sofocante que vienen precedidas por un larguísimo recorrido al que son sometidos los animales. Muchos de ellos llevan una vida totalmente sedentaria durante el resto del año, por lo que usualmente mueren por accidentes cardiovasculares debidos al sobreesfuerzo», explica el presidente del Partido Animalista, Javier Luna.