Como podemos ver en las fotografías, estos vehículos han tenido que invadir el carril bici para estacionar en terrenos del Espacio Natural de Doñana.
La señal que indicaba su prohibición ha sido brutalmente derribada. “Muerto el perro se acabó la rabia”, es decir, que eliminado el factor que produce el problema, desaparece el problema.
No amigos, no, en esta vida no vale todo, hay que respetar las leyes, las normas y las reglas que la sociedad tiene establecidas, es el principio básico de la convivencia. Por cojones, no.