Este martes, en medio de una gran expectación y numerosos medios de comunicación, lo que ha obligado a retrasar el inicio de la vista oral al tenerse que cambiar de sala, ha dado comienzo en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Huelva el juicio por la intoxicación con metadona que sufrieron siete sanitarios de la cárcel de Huelva en 2018, presuntamente a manos de una compañera enfermera, para la que la acusación particular solicita una pena de 32 años de cárcel.
Cinco de los siete afectados por la intoxicación tiene el mismo abogado, Benito Saldaña, quien ha declarado que se enfrentan el juicio con la certeza de que «hay pruebas para acreditar que fue la acusada quien realizó estos envenenamientos».
Saldaña ha explicado que solicitan 32 años por las agresiones (cuatro año por cada uno de los ocho delitos) y otro delito más contra la salud pública, que no consta en la acusación del fiscal. Los afectados solicitan por este delito seis años y seis meses.
En cuanto el móvil, algo que tampoco se recoge de manera clara en el escrito de la fiscalía, el abogado ha dicho que la acusada quería el puesto de supervisor de uno de los envenenados, algo que no había logrado, por lo que decidió tomarse la justicia por su mano.
El juicio continuará el jueves y el viernes de esta semana.
La acusación de la fiscalía
La enfermera está acusada de intoxicar a siete compañeros y la Fiscalía solicita 23 años de prisión.
El escrito de acusación del fiscal pide un total de 23 años de cárcel para la enfermera, que presuntamente fue la que introdujo la metadona en la comida de sus compañeros: cinco años de prisión por un delito continuado de lesiones y tres años por cada uno de seis delitos de lesiones (18 años). Además deberá indemnizar a los afectados con más de 61.000 euros, siendo la indemnización mayor de 11.190 euros y repartiéndose el resto, hasta seis, entre 7.720 y 8.920 euros.
La segunda ocasión en la que se produjo un hecho similar fue «el 23 de septiembre de 2018, tras haber introducido la acusada, de nuevo, dichas sustancias en los alimentos llevados para su consumo por el supervisor, que había entrado de guardia sobre las 08:00 horas. Este ingirió los mismos a la hora del almuerzo sintiéndose, sobre las 17 horas, con vómitos y mareos, teniendo que ser trasladado a un Centro Hospitalario, tras sufrir una intoxicación aguda con metadona, de la que sanó, tras tratamiento médico…, en diez días. La acusada había estado de guardia las 24 horas anteriores al día de los hechos, fichando su salida, ese día, a las 09:26».
Metadona en las lentejas
En la tercera ocasión que narra el fiscal, el 9 de noviembre de 2018, fueron más los afectados. Las sustancias fueron puestas ahora en «dos raciones de lentejas que encontró guardadas en la nevera de uso común, entre ella unas que el supervisor se había llevado a su puesto de trabajo para comer, y que ingirió, sintiéndolas con un sabor amargo, por lo que las tiró».
En esta ocasión, un doctor del Centro Penitenciario, que igualmente había guardado en la nevera unas lentejas que se había llevado al mismo para comer, al empezar a tomar de las mismas notó un sabor amargo, tirándolas, sintiéndose, seguidamente, mal, acostándose, levantándose con vómitos y mareos, marchándose para su casa. Esa misma noche, el supervisor probó su cena, un atún con tomate que se había llevado, en el que la acusada, en momento no determinado, había puesto las sustancias mencionadas, notándolas amargas, dándoselas a probar a una doctora del Centro Penitenciario, que confirmó el mal sabor, tirándolo, lo que no impidió que ambos pasaran la noche con nauseas y mareos. De resultas de los hechos el doctor sufrió intoxicación aguda con metadona… recuperándose tras 121 días de perjuicio personal moderado, mientras que el supervisor sufría un episodio de intoxicación leve del que curó, tras una primera asistencia, en un día de perjuicio personal básico».
Metadona en la leche
El cuarto y último episodio se producía el día 15 de noviembre de 2018, jornada en la que según el fiscal «la acusada introdujo dichas sustancias, junto con pregabalina, en la leche destinada a ser consumida por varios funcionarios. Seis personas, que consumieron de la misma, sobre las 10:15 horas, y que comenzaron a sentir mareos y vomitos, teniendo que ser trasladados al Hospital tras dar positivo a metadona en la prueba de tóxicos que se procedieron a realizar. La acusada había estado de Guardia las 24 horas anteriores al día de los hechos, fichando su salida, ese día, a las 08:51».