En estos días en los que se celebra el Día del Paciente Ostomizado, los profesionales del área de Cirugía y de la consulta de enfermería específica del Hospital Infanta Elena, quieren enviar un mensaje de esperanza a los afectados, sabedores de la dificultad inicial de hacer frente a esta situación y la importancia de contar con formación para el autocuidado. Así, son ya más de medio centenar los nuevos pacientes con ostomía que han sido atendidos en lo que va de año en la consulta, que está atendida por una enfermera estomaterapeuta, con más de 700 sesiones celebradas en 2022.
Con una línea de trabajo que trasciende la mera atención sanitaria, el centro hospitalario ha seguido apostando por esta consulta que, con más de 3.200 sesiones desde su reapertura en 2019, la mayoría con carácter presencial, han querido ofrecer una información clara y útil sobre los cuidados que debe mantener un paciente ostomizado, es decir, aquel que tiene abocado el intestino o las vías urinarias a la pared abdominal y, por lo tanto, la salida de las heces o la orina se produce a través de un dispositivo externo.
No hay que olvidar que solo en nuestro país, según los últimos datos epidemiológicos, el número de personas ostomizadas es de alrededor de 70.000, con una incidencia de 16.000 casos nuevos cada año. Según los datos ofrecidos por el Consejo General de Enfermería, se calcula que hay una persona ostomizada por cada 1.000 habitantes. Un dispositivo cuya implantación puede ser necesaria en cualquier grupo de edad, desde neonatos hasta personas mayores. En cuanto a las causas, se estima que el 80% de las ostomías realizadas se deben al cáncer colorrectal, el tercero más prevalente en todo el mundo, seguido de la enfermedad inflamatoria intestinal.
Se trata de una situación muy impactante para el paciente, que se normaliza con los necesarios conocimientos sobre el autocuidado y que requiere de una atención especial, sobre todo en aquellos que la sufren en edades tempranas, ya que les genera un alto nivel de ansiedad y una baja autoestima que repercute en su recuperación. Así, los nuevos pacientes registrados han sido revisados y atendidos por la consulta de ostomía desde un primer momento con la intención de reducir el impacto que esta nueva situación provoca en su vida.
En estos últimos meses se está apostando también por la formación de los pacientes en nuevas técnicas de manejo de la ostomía, como la irrigación intestinal, que permite el lavado del colon mediante la introducción de agua a temperatura corporal través del estoma, facilitando el vaciado del intestino grueso, por lo que ayuda a mantener la colostomía en reposo hasta el siguiente lavado, mejorando la calidad de vida del paciente y su reincorporación a su vida de forma más normalizada.
Es importante destacar que la atención en la consulta se inicia desde antes de la propia intervención quirúrgica en la que se va a proceder a la implantación del estoma, con una primera sesión en la que la enfermera estomaterapeuta informa de forma previa del proceso que va a sufrir el paciente y se procede a señalar la ubicación del futuro estoma, con el fin de facilitar su movilidad una vez recuperado y mejorar su calidad de vida.
El trabajo con los pacientes se mantiene durante todo el periodo de hospitalización de forma que, tras el alta y gracias a las sesiones formativas y de seguimiento posterior, la persona pueda mantener un nivel de dependencia cada vez menor y una mayor normalización de su nuevo estilo de vida. Cuestiones que van a incidir directamente en una mayor autonomía y una mejora de su imagen corporal, imprescindibles para recuperar su vida.
En cualquier caso, los pacientes son citados de forma programada a la semana de la intervención, para continuar con sesiones periódicas, si bien el estomaterapeuta está disponible para atender las dudas y preguntas sobre cuidados todos los días a través de un teléfono específico abierto a sus pacientes.
Las sesiones suelen durar alrededor de 30 minutos y, en ellas, se ofrece asesoramiento y talleres prácticos sobre normas de higiene específicas, recomendaciones sobre alimentación, así como consejos para la prevención de problemas como la dermatitis o las infecciones periostomales. Un seguimiento y control que se mantiene cada vez que el paciente ingresa en el hospital, bien sea a consecuencia de la patología que provocó la implantación del estoma o de cualquier otra, de forma que el paciente siempre esté en seguimiento por personal especializado.
Esta consulta se enmarca dentro del proyecto de humanización del centro hospitalario y quiere incidir, entre otros aspectos, en el abordaje integral de las necesidades del paciente, en el que la formación y el empoderamiento de los afectados o sus cuidadores sobre los necesarios autocuidados que debe mantener, les ayuden a conseguir una mayor calidad de vida y un mejor nivel de salud.