Juan Ceada, alcalde de Huelva entre 1987 y 1995, fue uno de los grandes precursores de la Huelva que conocemos. Hoy nadie reconocería a una Huelva sin la Casa Colón, sin el Hospital Juan Ramón Jiménez, sin la Universidad, sin el puente sobre el río Odiel hacia Punta Umbría… pero lo cierto es que cuando Juan Ceada llegó al Ayuntamiento de Huelva nada de eso existía. Bajo su tutela, primero como concejal de Urbanismo y luego como alcalde, se fijaron los cimientos de una Huelva moderna hoy por todos reconocidas. Es el verdadero artífice de la revolución que vivió la ciudad en los años 80 y 90.
Ceada nació en el año 1941 en una ciudad diseminada y poco estructurada, donde los diferentes barrios estaban separados entre sí por campo, donde el agua corriente no llegaba a todos los hogares y donde quedaba mucho trabajo por hacer. Optó por estudiar Maestría Industrial y más tarde Filosofía. Con ese bagaje, en la época ilusionante de los primeros años de la Democracia se metió de lleno en la política.
Fue su padre el que le insufló el gusanillo del servicio público. Un hombre de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) que desde pequeño le hablaba de política. En esos primeros escarceos con la política militaba en la Organización Revolucionaria de Trabajadores (ORT) y con ellos se presentó a las elecciones municipales de 1979 saliendo concejal por esta formación y gobernando junto al primer alcalde de la democracia en Huelva, José Antonio Marín Rite (PSOE) como concejal de Obras Públicas y Urbanismo. La ORT desapareció poco después y Juan Ceada se vinculó al PSOE.
Durante su pertenencia a ese partido marxista de tendencia maoista tuvo la oportunidad de viajar a Pekín y dar una conferencia sobre la perspectiva europea de esa corriente ideológica. Pero los colores poco importan cuando estás en el municipalismo. En su casa le enseñaron «a defender a la gente sencilla» y eso le llevó a ser «un apasionado de la vida pública».
Por aquellos tiempos tenían que reconstruir una ciudad que poco se parece a la actual. «Parecía bombardeada urbanísticamente, sin ninguna cohesión». Juan Ceada invita a los universitarios e historiadores a estudiar el Plan General de Ordenación Urbana de 1980, un documento que supuso en su opinión una revolución para Huelva y que supuso el punto de partida para lo que es hoy la ciudad.
«Era una ciudad que había que armar, no había alcantarillado en todos lados». En 1992 concurrieron las Olimpiadas de Barcelona, la Exposición Universal de Sevilla y el Quinto Centenario del Descubrimiento de América y «llegó mucho dinero de la Junta de Andalucía y del Gobierno».
Marín Rite y Juan Ceada supieron aprovechar la oportunidad y dieron a Huelva el sentido que tiene hoy, pero no solo en lo urbanístico, también en lo que concierne al impulso de las fiestas locales. En esa época el Carnaval apenas tenía trascendencia y de la Semana Santa recuerda tiempos en los que se sacaban los pasos «con ruedas» porque no había costaleros para sacar las imágenes en procesión. Desde sus atribuciones municipales también se empezaron a cambiar estos aspectos.
«Fue una época de ilusión, un renacimiento de la ciudad, y no solo desde la política porque la gente también se volcaba»- Ese es «el legado que hemos dejado, un triunfo de los ciudadanos de Huelva». Es algo que echa de menos ahora, donde parece que hay «desunión entre la política y la ciudadanía. Habría que tratar de ver la manera de unir las dos cosas y llevar la ilusión a la gente en ese terreno»:
Juan Ceada salvó a la Casa Colón de los escombros
El boom de la vivienda también cambió la perspectiva de la ciudad, pero eso pudo traer también consecuencias negativas. Desde su inauguración en 1883, el antiguo Hotel Colón había pertenecido a manos privadas. Por aquel entonces su dueño era la empresa Ercros y su intención era derruirlo para construir viviendas y sacar beneficio económico.
Ceada y Marín Rite consiguieron recuperar este espacio y hacerlo público, añadiéndole también la insfraestructura del Palacio de Congresos que hoy día es el principal foco de los grandes eventos de Huelva. Es algo de lo que se siente «especialmente orgulloso», porque hoy «es una seña de identidad de la ciudad» a la que antes «no se podía ni entrar».
Tras su paso por la alcaldía y la victoria de Pedro Rodríguez en las elecciones de 1995, Juan Ceada tuvo un periodo como delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía entre 1998 y 2003, donde empezó a virar hacia el mundo de las energías renovables, una tarea en la que aún anda inmerso.
Juan Ceada, un pionero de las energías renovables
Cuando Juan Ceada entró en la empresa privada para poner su énfasis en proyectos eólicos y fotovoltaicos apenas se hablaba de las energías renovables. Hoy está convencido de que Huelva en el año 2030 será la primera provincia productora de energías verdes y una de las 10 primeras de Europa, con todo lo que ello supone a nivel económico y de empleo.
«El primer conjunto eólico de España se montó en el Andévalo. En biomasa también tenemos una gran potencia. Ahora se está hablando mucho del hidrógeno verde donde dos grandes empresas (Iberdrola y Cepsa) nos van a convertir en una potencia, tenemos muchas posibilidades».
Para Juan Ceada la provincia de Huelva ha sabido dividir muy bien las estrategias en suelos mineros, agrícolas y espacios protegidos, y en los terrenos que aún hay libres es hora de hablar de las energías renovables. Con 3.100 horas de sol al año y las posibilidades geoestratégicas que alberga, está convencido de que Huelva tiene un gran futuro en este ámbito.
El exalcalde de Huelva asesora a muchas de las empresas que están construyendo este futuro energético, aunque el siente que su papel es «estar en el banquillo». Cree que su papel está más en el de «llevar ilusión y hacer ver a los demás que se pueden aprovechar las posibilidades para una ciudad industrial verde».
«Hay empresas técnicamente muy válidas y con mucha experiencia para hacerlo posible. Yo intento llevar la ilusión a las empresas con las que estoy trabajando».