La Inteligencia Artificial cambiará el futuro o, ¿quizá ya ha cambiado el presente? Lo que está claro es que su presencia y su relevancia en el desarrollo tecnológico es fundamental en un contexto global plenamente digitalizado. A continuación, hablamos sobre ello con Pablo Esteve van Vrijberghe de Coningh, especialista del segmento digital.
Lamentablemente, nuestro encuentro ha sido muy breve pero sí nos ha servido para responder a tres preguntas clave. La primera de ellas es: ¿Somos conscientes de la presencia de la Inteligencia Artificial en nuestra vida?
IA ¿Somos conscientes?: Según Pablo Esteve van Vrijberghe de Coningh, no
P: ¿La gente es consciente de hasta qué punto utiliza la IA?
R: En general, no. Ninguno de nosotros somos conscientes del todo. Desde el momento en que nos despertamos, la Inteligencia Artificial ya está presente en las vidas de millones de personas que utilizan despertadores inteligentes. Estos aparatos tienen la capacidad para identificar el momento en que deben despertarnos y, a diferencia de lo que ocurría en el pasado, no tiene por qué ser una hora específica, sino que su sistema puede detectar cuándo hemos dormido y descansado lo suficiente.
Si continuamos con el transcurso del día, lo siguiente es consultar el tiempo. ¿Qué tipo de predicciones meteorológicas nos esperan? Esto es Inteligencia Artificial. Igualmente, la amplia variedad de aplicaciones que utilizamos a diario para llevar a cabo las tareas más cotidianas como, por ejemplo, solicitar un Uber. Estas cuentan con los recursos suficientes para llevar a cabo un cálculo matemático en tiempo real que permite asignar a cada usuario un vehículo en función a su ubicación y su lejanía. Igualmente, podemos continuar con otros ejemplos como, por ejemplo, los pequeños robots inteligentes que barren de forma autónoma la casa. Estas máquinas poseen algoritmos de Inteligencia Artificial capaces de detectar cuáles son las zonas de la casa con mayor propensión a acumular residuos. Como ves, se trata de ejemplos muy accesibles y llanos que utilizamos cada día y, sin embargo, no nos planteamos si están desarrollados a partir de Inteligencia Artificial o no. Tan sólo necesitamos detenernos a observar unos segundos para darnos cuenta de que, efectivamente, la Inteligencia Artificial no es cosa del futuro, sino del presente.
Los grandes avances se han concentrado en los últimos diez años
P: ¿Cómo ha sido el desarrollo de la IA?
R: Si tuviéramos que ubicar el origen de la Inteligencia Artificial en la línea temporal, tendríamos que situarnos en la década de los años 50. Desde entonces, podemos retrotraernos a grandes hitos de su desarrollo como, por ejemplo, el momento en que la máquina de IBM, Deep Blue, ganó la emblemática partida de ajedrez de Kasparov en el año 1997. No obstante, si de lo que se trata es de ubicar en el horizonte temporal el momento en el que la Inteligencia Artificial ha experimentado su boom más definitorio, entonces necesariamente tenemos que limitarnos a la franja de los últimos diez años.
Como probablemente ya intuyas, la evolución ha estado propiciada especialmente por un paradigma de los datos que hoy podemos gestionar y almacenar. Las infraestructuras han cambiado y, con ellas, de forma inevitable, las formas de computar también lo han hecho.
Con la revolución del Cloud, la infraestructura para llevar a cabo cálculos muy complejos ya está al alcance de nuestra mano y no está asociada a un desembolso en concepto de costes demasiado elevado.
Por otro lado, este crecimiento también ha quedado definido por la existencia de una mayor accesibilidad al universo de los algoritmos. A lo largo de la última década hemos podido ver cómo el coche autónomo puede extraer grandes beneficios de las potencialidades de la Inteligencia Artificial, y esto es sólo un ejemplo. Hemos podido asistir a avances importantísimos en todas las industrias y sectores de actividad.
La importancia de la regulación y el control
P: El Libro Blanco sobre la Inteligencia Artificial o el Reglamento Europeo sobre la Inteligencia Artificial son algunas referencias de lo que la UE ha hecho para tratar de establecer algunas pautas. ¿La IA debería tener límites y control?
R: Es necesario establecer límites en prácticamente todo porque, de lo contrario, la ética de forma irremediable se expondría tarde o temprano a una situación de vulnerabilidad. En este sentido, dentro del continente europeo se está llevando a cabo una misión encomiable para sentar unas bases sólidas sobre la Inteligencia Artificial ética y, en definitiva, una Inteligencia Artificial responsable.
Uno de los puntos más destacados de esta tecnología es que nos proporcionará grandes aportaciones en materia de sistematización y automatización de procesos, lo cual, sin duda, tendrá un impacto invaluable dentro del paisaje empresarial. Sin embargo, por otra parte, esto implica también una toma de decisiones automatizadas y esta es la clave del nuevo reglamento propuesto en abril de 2021.
En realidad, se trata de una serie de determinaciones necesarias y que, en última instancia, se traducen en ciertas garantías en materia de protección y seguridad. Es esencial aprender a desarrollar una Inteligencia Artificial ética y, por tanto, sin sesgos de ningún tipo.