Un total de 31 centros educativos onubenses participan en este curso 2022/23 en el ‘Programa STEAM: Investigación Aeroespacial aplicada al aula’, que tiene como objetivo fomentar las vocaciones científicas y detectar el talento tecnológico en el alumnado desde edades tempranas, basado en la metodología STEAM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería, Artes y Matemáticas).
El proyecto, dirigido a centros sostenidos con fondos públicos de Educación Infantil, Primaria, Secundaria Obligatoria y Bachillerato, incluidas las Escuelas de Arte y las Residencias Escolares, acerca al alumnado y profesorado a la investigación aeroespacial, poniendo a los estudiantes en el papel investigador. Se trata de despertar en ellos la inquietud por el conocimiento de la ciencia y las tecnologías y estimular el interés, especialmente de las alumnas por estas materias, contribuyendo así a la igualdad de oportunidades. Este curso serán casi 126.000 los estudiantes que participen en el programa con la implicación de más de 8.600 docentes en toda Andalucía. En la provincia de Huelva, 6.094 alumnos formarán parte de la iniciativa.
Está organizado en tres niveles, el de Iniciación a la metodología STEAM para resolver pequeños retos basados en el contexto aeroespacial y mediante procesos de investigación donde se incluyen trabajos secuenciados con un enfoque de aprendizaje basado en proyectos desde distintas materias; Nivel II o de Profundización, para aquellos centros que desean profundizar en la investigación aeroespacial como en la búsqueda de exoplanetas, elaborar recursos educativos relacionados con este campo de investigación, así como participar en concursos de temática aeroespacial tales como el CanSat, consistente en la fabricación de un pequeño satélite en un espacio no mayor al de una lata de refresco y que relaciona este con los otros dos programas STEAM sobre Robótica y Pensamiento Computacional, y el Nivel III o de Especialización dirigido a aquellos centros que habiendo superado el nivel de profundización, desean centrase en su estudio y ejercer como centros embajadores y mentores de otros centros educativos participantes en los otros niveles.
La participación en este Programa para la Innovación Educativa permite al alumnado y al profesorado realizar actividades en colaboración con diferentes entidades aeroespaciales, como la Oficina Europea de Recursos para la Educación Espacial de España (ESERO Spain) de la Agencia Espacial Europea (ESA), enfrentarse a retos y problemas reales mediante una metodología de trabajo cooperativo, donde tienen que poner a prueba las habilidades y competencias básicas adquiridas en el desarrollo del currículo, en el contexto aeroespacial, y les permite poner en práctica su competencia digital a través de la implementación de kits y recursos educativos digitales en el aula así como en la participación en concursos aeroespaciales relacionados con la robótica y la programación.
En la provincia de Huelva son 151 las participaciones de centros en el Programa para la Innovación Educativa STEAM, de las cuales 31 corresponden a la modalidad “Investigación aeroespacial aplicada al aula”. En este ámbito destacan ejemplos como el CEIP Sutefie de Zufre, que participó durante el curso 21/22 en las Ferias de las Ciencias de Sevilla y Granada, con su proyecto “Go to the moon” de investigación aeroespacial sobre las posibilidades de vida en la luna y la construcción de una maqueta de una cápsula lunar, teniendo esta temática como eje transversal de todo el centro, integrado curricularmente en todas las áreas. Otro ejemplo de buen hacer es el IES Vázquez Díaz de Nerva que se encuentra en Nivel III de profundización de esta modalidad de STEAM, y que, aprovechando la localización del centro en una comarca minera y la similitud de esa tierra con Marte, están desarrollando un proyecto de gamificación con el cual el alumnado investiga sobre la posible colonización de este planeta.
Metodología STEAM
La Metodología STEAM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería, Artes y Matemáticas) es un modelo de aprendizaje basado en la enseñanza de estas disciplinas de manera integrada en lugar de áreas de conocimiento separadas, con un enfoque interdisciplinar y aplicado.
Algunos de los beneficios pedagógicos que se le asocian son la promoción de una cultura de pensamiento científico crítico para la toma de decisiones del alumnado; la adquisición de conocimientos tecnológicos y científicos aplicables a cualquier posible situación que pueda aparecer en el futuro, desde una perspectiva integrada; mayor conciencia de las relaciones entre las diferentes áreas del saber, incluyendo las Artes y las Humanidades, asegurando un mayor grado de participación activa en los proyectos resultantes; y gracias al factor creativo, desarrolla también la innovación y el pensamiento lateral.