En los mercados financieros, al igual que en una partida de ajedrez, gana la estrategia. El conocer los siguientes pasos ayuda a evitar errores que pueden incidir en grandes pérdidas. También es verdad que el nivel de la recompensa dependerá del riesgo que uno quiera asumir.
En principio, los inversores se dividen en tres categorías: agresivos, pasivos o conservadores. En el primer caso, se persigue la máxima rentabilidad, sin importar la calidad de activos en la cartera. Mejor dicho, el trader no teme a actuar y hace todo lo posible para garantizar una mayor ganancia.
Aparte de utilizar altos niveles de apalancamiento, los inversores agresivos “juegan” con derivados, precisamente futuros, así como los llamados “shitcoins” (en esp. «monedas de porquería») que de vez en cuando se reviven gracias al apoyo de una comunidad sólida y activa.
Es de mencionar que la alta volatilidad en el precio de las criptomonedas puede generar tanto enormes beneficios como pérdidas en cuestión de minutos. El hecho de que las leyes en torno a los activos digitales están cambiando apunta a que las fluctuaciones podrían bajar de magnitud en un futuro próximo.
Hablando de la segunda categoría, la inversión pasiva consiste en cosechar los frutos de la inversión minimizando la cantidad de operaciones. Una de las estrategias más populares en este sentido se conoce como “buy and hold”, que significa estudiar e invertir en aquellas monedas que tienen futuro.
Bitcoin y Ethereum encabezan la lista de las divisas más atractivas. En lo que llevamos del año la cotización del bitcoin, por ejemplo, ha crecido más de un 27%. La nueva ronda de risk-on en los mercados podría disparar ambos activos aún más. Para que esto pase, sin embargo, es necesario que la Fed cambie su retórica…
Finalmente, el inversor conservador es el que se centra en opciones de bajo riesgo para protegerse de las pérdidas financieras. Aunque no genere beneficios inmediatos, puede satisfacer las necesidades de los inversores que buscan diversificar sus carteras sin exponerse a riesgos adicionales.
La pregunta entonces se plantea, ¿acaso existen criptomonedas seguras? Claro que sí, y se llaman “stablecoins” que replican al dólar estadounidense, como DAI o Tether. El único problema es que es prácticamente imposible ganar dinero ahí. Como alternativa, existen estrategias como staking.
Según CoinMarketCap, el staking es una actividad en la que un usuario bloquea o retiene sus fondos en una cartera de criptodivisas para participar en el mantenimiento de las operaciones de un sistema blockchain basado en proof-of-stake (PoS). Es similar a la minería de criptomonedas en el sentido de que ayuda a una red a alcanzar el consenso mientras recompensa a los usuarios que participan.
En pocas palabras, el cripto staking es casi lo mismo que poner dinero en una cuenta de ahorro. El inversor bloquea criptoactivos durante un cierto periodo para obtener a cambio recompensas en forma de tokens. El proceso es muy sencillo:
1) Comprar activos o financiar su cuenta con uno de los activos que son elegibles para apostar.
2) Seleccionar un activo para apostar
3) Ganar recompensas
Lo que hay que tener en cuenta es que no todos los tokens de apuesta ofrecen recompensas y condiciones similares. Por ejemplo, para apostar en ETH 2.0, necesitaría tener al menos 32 ETH, así como el cliente mainnet Eth1. Para ser staker/baker en Tezos, un usuario necesita tener 8.000 monedas XTZ y ejecutar un nodo completo. Además, es importante tener en cuenta que cuantas más monedas se tengan, mayores serán las recompensas.
Resumiendo, al igual que los “activos tradicionales”, el mercado de criptomonedas ofrece diferentes oportunidades tanto para los inversores activos y pasivos, como conservadores. Qué estrategia elegir ya depende del nivel de riesgo que uno está dispuesto a asumir y los objetivos que persigue.