Poco a poco las denuncias al entrenador de los equipos de fútbol femenino técnico en el Campus del Carmen de la UHU por agresión sexual, se van sumando y ya han alcanzado la cifra de 20, según han señalado diversos medios de comunicación nacionales.
El hombre de 62 años que fue arrestado el pasado 9 de enero por una primera denuncia, continúa mientras tanto en prisión provisional sin fianza mientras la investigación sigue en marcha y no se descartan más denuncias, que han seguido un goteo incesante desde que se conoció el primer caso.
Según indicó el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), esta medida se tomó después de que el investigado fuera citado este mismo día 30, a fin de oírle en declaración. En este sentido, el investigado no declaró y la juez, tras escuchar a las partes personadas, acordó ratificar la situación de prisión provisional del investigado.
Asimismo, el TSJA apuntó que, en el marco de la instrucción de la causa, se analizará si existen más posibles víctimas y, en función de ello, se irán concretando los delitos que finalmente se puedan atribuir al investigado.
Tras su inicial ingreso en prisión, el Juzgado de guardia le atribuyó cuatro presuntos delitos de agresión sexual sobre menores de 16 años, todo ello «sin perjuicio de otros eventuales hechos delictivos que pudieran resultar a lo largo de la instrucción».
Agresión sexual como entrenador
Según indicó la Policía en una nota de prensa, el arrestado se valía de su condición de entrenador de fútbol base femenino para «tener acceso a las menores, todas ellas jugadoras de entre 14 y 16 años», al tiempo que apuntó que este hombre, con una trayectoria de cerca de 30 años ligado al mundo del fútbol, supuestamente «obligaba» a las víctimas a despojarse de la ropa interior para poder darles «masajes», advirtiéndoles, dada su posición de entrenador, que «sin ellos no podrían volver a jugar en el equipo».
Asimismo, varias de estas prendas de ropa interior «eran arrebatadas a las menores para ser guardadas por el presunto agresor entre sus pertenencias personales», según ha señalado fuentes policiales.
Por otro lado, la Policía señaló que «bajo diversas excusas», el arrestado supuestamente accedía a los vestuarios y duchas para observar a las jugadoras y les regalaba prendas de ropa «buscando que se desvistieran en su presencia».
Para llevar a cabo las supuestas agresiones sexuales y poder estar a solas con las menores «se valía de un almacén usado para guardar el material deportivo del equipo», así como se ofrecía a costear el precio de la habitación de hotel en los desplazamientos si las menores compartían la misma con él.
En este sentido, la Policía Nacional indicó que la detención de este entrenador se produjo el pasado 9 de enero después de que el cuerpo policial iniciara la investigación por la denuncia interpuesta por una menor, acompañada por sus padres.