El Parque Botánico José Celestino Mutis, ubicado en el entorno de La Rábida que gestiona la Diputación de Huelva, cumple este miércoles 30 años de vida desde que fuera inaugurado de manera oficial el 15 de marzo de 1993, coincidiendo además con la importante efemérides del regreso al Puerto de Palos de las carabelas Pinta y Niña, hace 530 años.
Por ello, la programación de la nueva edición de ‘La Rábida en Primavera’, prevista del 11 de marzo al 6 de mayo de 2023, “está dedicada íntegramente a esta celebración tan especial para toda la ciudadanía onubense y a poner en valor este espacio de ocio y esparcimiento único en la provincia como es el Celestino Mutis”.
Así lo ha indicado la diputada de Presidencia y responsable de la Unidad de Gestión de La Rábida, durante la inauguración esta mañana de uno de los programas estrellas de esta edición, ‘Las estatuas de la Ilusión’- diversas estatuas, ubicadas en el parque, que recrean personajes famosos del mundo del cómic y de los dibujos animados-, a la que han acudido niños y niñas de Palos de la Frontera, acompañados por el mismísimo Celestino Mutis, interpretado por un actor de Platalea.
Castillo ha resaltado que, “con esta programación, le hemos querido dar un nuevo sentido a este emblemático parque, un espacio muy visitado, en el que ya se hacían actividades, pero que, a través de una nueva edición del programa ‘Primavera en La Rábida’ 2023, hemos querido dar mayor cabida a actividades para los niños y niñas, y lograr que el Celestino Mutis sea un lugar de confluencia de pequeños, mayores, de jóvenes, un espacio para relajarnos, para hacer deporte y para llevar a cabo actividades culturales y lúdicas”.
Durante 2022, el Parque Celestino Mutis contabilizó 44.357 visitas, de las que 19.239 personas visitaron el invernadero, lo que supone un 47% más con respecto al 2021, “todo un éxito para esta Diputación, que está apostando firmemente por el entorno de La Rábida, por la cultura y por la programación de cara al turismo”, como ha subrayado la diputada de Presidencia. Un parque “que está en constante renovación, y este año, entre sus mejoras, incluye la señalización de más de 200 especies y la implantación de un proyecto de energía solar de iluminación del parque”, ha señalado.
Como ha recordado la diputada provincial, “el parque debe su nombre al más célebre botánico español, el gaditano José Celestino Mutis, organizador y director de la más famosa expedición científica al Nuevo Reino de Granada, que duraría 33 años y tuvo como resultado un importante herbario de más de 20.000 especies y una colección de 6.000 láminas que se enviaron al Real Jardín Botánico de Madrid, y muchas de esas especies se recogen hoy en el Parque Celestino Mutis”.
Castillo ha recordado que, “además de estas magníficas ‘Estatuas de la Ilusión’, ofrecemos una nutrida programación con visitas guiadas por el parque, denominada “Mutis por el Mutis”; el programa de “Arte y naturaleza en La Rábida”; “Crecer en La Rábida”, una serie de talleres dirigidos por Marta Martín, relacionadas con el crecimiento personal y un programa especial para los más pequeños, bajo el nombre de “Mini Mutis”, que seguro que creará un vínculo con el parque difícil de borrar”.
En la dirección web https://www.diphuelva.es/Rabida/contenidos/La-Rabida-en-Primavera/ se podrá ver con exactitud el lugar, la fecha y los horarios de cada actividad, además de realizar las inscripciones para aquellas actividades que lo precisen.
Parque Celestino Mutis
El Parque Botánico José Celestino Mutis, inaugurado el 15 de marzo de 1993, debe su nombre al más célebre botánico español, José Celestino Mutis. Los Organismos promotores del proyecto fueron el ICONA (Instituto para la Conservación de la Naturaleza), la Diputación Provincial de Huelva y el Ayuntamiento de Palos de la Frontera, con el objeto de exponer la riqueza de la flora española e iberoamericana, recogiendo así los elementos característicos de ambas áreas geográficas.
Ocupa una extensión de 12 hectáreas, surcadas de senderos o vías peatonales que conducen a dos rutas: una perimetral que transcurre por los cauces de agua que posee el parque, y otra interior por las distintas plazas del recinto.
Las características de este parque rabideño, lo configuran como un espacio ajardinado, adaptado a una irregular topografía del terreno que favorece y justifica los cursos de agua que lo recorren. El acogedor y sugerente rumor del agua, en movimiento o remansada, acompaña al visitante desde la misma entrada al recinto, siendo una fuente en forma de géiser quien da la bienvenida.
En el lago conviven plantas acuáticas del propio entorno junto con otras de origen diverso. Los papiros, los nenúfares y los cipreses de los pantanos han encontrado su hábitat y comparten agua con los juncos o las eneas.
Las plazas a modo de nudos entre los caminos se encuentran dedicadas a algunos de los países americanos que muestran su flora en el parque. Cada país ofrece en su plaza su especie más característica. Existen verdaderas joyas de interés botánico en ellas, ejemplares que han conseguido adaptarse a este nuevo emplazamiento en el Viejo Mundo.
Así pues, podemos viajar por México y conocer su “ciprés de los pantanos”, por Cuba y admirar la exótica “palmera real cubana”, conocer el “ombú” que corona la Plaza de Argentina o el “cocotero plumoso” que vigila la Plaza de Brasil. Desde la Plaza de América, custodiada por un “magnolio”, se observa la parte central del parque, conocida como el Valle de América.
También existen parcelas dedicadas a la flora característica del resto de los continentes. El “árbol de Buda” de Asia, de grandes proporciones y raíces colgantes; los “cedros” y plantas crasas propias del desierto africano; o los “eucaliptos” u otras mirtáceas de Oceanía, van marcando las variaciones botánicas entre zonas climáticas y continentes.
El parque botánico cuenta además con un invernadero, en el que se desarrollan especies que despiertan un especial interés. Actualmente, está cerrado por obras de mejora y acondicionamiento.
