La Junta de Personal de Atención Primaria de Huelva se concentra este miércoles a las 11,30 horas en el centro de salud de Almonte en repulsa por la agresión sufrida por personal de este centro de salud.
Según ha indicado el responsable del sector de Sanidad de CSIF Huelva, César Cercadillo, se trata de una agresión por parte de un usuario a un auxiliar administrativo del centro, que comenzó por una agresión verbal y que acabó por una agresión física.
Cercadillo ha precisado que las últimas agresiones, incluída la de Almonte, obedecen al mismo motivo, la falta de cita para los pacientes. «Si no se puede dar cita a una persona porque no la hay, hay quien la emprende a golpes con el menos indicado, que es el trabajador porque no tiene responsabilidad al respecto».
Por eso, mañana se realiza esta concentración a las puertas del centro de salud de Almonte, toda vez que Cercadillo ha lamentado que esta agresión «no será la última por desgracia», porque «la Atención Primaria cada vez va a peor en cuestiones de citas» sin «mejorar para nada el funcionamiento de la misma».
Este incidente se une a la agresión que se produjo el pasado 2 de enero hacia una enfermera en el Centro de Salud de Moguer, y el martes 10 a una médica en el Huelva Centro.
También en enero se produjo otra dirigida a un trabajador social en el centro de salud de El Torrejón. Igualmente, otro profesional del Servicio Andaluz de Salud (SAS) sufrió una agresión «verbal y física» el pasado mes de febrero en el Centro de Salud de Los Rosales en la capital onubense a la que ahora hay que sumar la de Almonte.
Entonces, CSIF lamentó «las 1.494 agresiones a profesionales del SAS registradas en 2022» y tachó esta cifra de «escalofriante», al tiempo que ha exigido «que no se pueden normalizar bajo ningún concepto este tipo de conductas que desgraciadamente sufren los trabajadores y trabajadoras de la sanidad pública», al tiempo que lamenta que «no hemos salido mejor de la pandemia» y que «lejos han quedado los aplausos a los profesionales de la sanidad durante el confinamiento».
Medidas concretas tras la agresión en Almonte
Por ello, el pasado mes de marzo instó al SAS a que implemente «con celeridad» medidas que son «urgentes» para que los profesionales de la sanidad pública andaluza «se sientan seguros en el desempeño de su trabajo frente a posibles agresiones», que subieron un 23% durante 2022.
A juicio de la central sindical, la vigilancia debe estar «garantizada» y «no condicionada a otros gastos o prioridades que deban atender los centros sanitarios, tanto en Primaria como en Especializada». De esta forma, «se conseguiría también una mayor equidad en el recurso y se evitarían desigualdades entre los distintos centros».