Los técnicos de los equipos psicosociales de Justicia, han sido trasladados a un nuevo edificio para el Instituto de Medicina Legal «con la finalidad de paliar los inconvenientes que la sede anterior padecía», sin embargo, desde el sindicato Ustea tachan de «zulo» la nueva sede situada en la calle Marina.

«Al incumplimiento de las condiciones que cualquier lugar de trabajo debe tener: limpieza, suficiente luz natural, ventilación adecuada, espacios necesarios para poder cumplir con las funciones encomendadas sin riesgos laborales, etc., se añaden barreras de accesibilidad y por lo tanto daño psicológico a las personas que sufren discapacidad (no funciona la plataforma elevadora) además de riegos potenciales no controlados para los usuarios en edades tempranas (sala de juegos para personas menores no vigiladas)».

De las carencias de un edificio a un zulo

También denuncian «la inadecuada gestión de recursos, y eso que se trataba de paliar los inconvenientes que el edificio de procedencia padecía, no sólo siguen sino que se han multiplicado».

«La trabajadora que utiliza el único despacho que da al exterior, a través de una puerta de emergencia ( que por supuesto tampoco está en el sitio adecuado, ya que se ubica tras unas escaleras sin plataforma que no funciona) tiene que abandonarlo para que el usuario pueda ser atendido por  el personal técnico, sufriendo unos y otras graves consecuencias».

Los trabajadores han sido instados a trasladarse sin darse «las más mínimas condiciones y los déficits son difíciles de paliar» encontrándose «atrapados en un zulo con apariencia de palacio».