Carolina Marín ha sido homenajeada este miércoles en el Consejo Superior de Deportes tras su plata en el Mundial de bádminton en Dinamarca.
La subcampeona del mundo de bádminton ha asegurado que la medalla «tiene un valor especial pero no me sabe a oro, me sabe a plata» y advierte de que va a «seguir luchando para conseguir el oro en menos de un año».
Marín se confiesa «orgullosa porque hace un año nadie apostaba por mí, ni yo misma». Por lo que las lágrimas que vertió eran de «emoción porque muy pocas personas saben lo que he sufrido, lo que he pasado, lo difícil que ha sido estar en una final, volver a tener juego mejor, volver a creer y confiar en mi…»
Y concluye que «vamos a seguir dando mucha guerra» y que afronta con ilusión y ganas el periodo que resta hasta los juegos olímpicos donde intentará revalidar su título de campeona.