En el céntrico Paseo de Santa Fe de la capital onubense, ha acogido, como los últimos miércoles de cada mes, el Círculo de Silencio que organiza el Secretariado de Migraciones. Como siempre, esta actividad se pone en marcha para concienciar a la población sobre el drama de la migración, en la que participan también otras realidades y movimientos diocesanos.
En esta ocasión, y con motivo de la 109ª Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado, el lema está centrado en la libertad pues enuncia “libres de elegir si migrar o quedarse”.
Los llamados ‘círculos de silencio’ no son una iniciativa nueva, pues hace un tiempo que se vienen realizando en distintas diócesis españolas, especialmente en aquellas donde está más presente este drama humano. En nuestra diócesis se celebra el último miércoles de cada mes en un enclave céntrico.
Silencio y paz
Se trata de una concentración no violenta, un gesto pacífico a través del cual se proponen y realzan los valores de la solidaridad, la igualdad, el respeto… Promueve la cultura del encuentro y la hospitalidad. Una concentración normalmente silenciosa, por respeto a los que sufren.
El silencio también como forma de diálogo, que apela a nuestra propia conciencia y a la de nuestros gobernantes. «Se realiza de pie y en círculo, postura de dignidad, como dignos son todos los migrantes».