La compañía castellonense Amigos del Teatro ha logrado el Primer Premio del certamen moguereño con su obra “Un mes tú, un mes yo”, una puesta en escena llena de humor y sensibilidad sobre un tema tan delicado como el cuidado de unos padres que necesitan de toda la atención posible.
En la gala de clausura y entrega de premios que presidió el alcalde de Moguer, Gustavo Cuéllar, recibieron también el reconocimiento del jurado los logroñeses de La Garnacha Teatro que lograron el segundo premio con su adaptación del clásico de Valle Inclán, “Los Cuernos de don Friolera”, la formación albaceteña Arte Escénico y Musical que consiguió el tercer premio con su montaje “Agnes de Dios”, y los palentinos de Lapsus Teatro que lograron el cuarto premio con “Los Invisibles”.
La gran calidad de las obras a concurso puso las cosas muy difíciles al jurado del certamen, que otorgó el Premio al Mejor Actor a Vicente Rodrigo de Amigos del Teatro, mientras que la Mejor Actriz fue Estefanía Roca de la compañía Arte Escénico. Por último, el galardón a la Mejor Dirección fue para La Garnacha Teatro, que también se hizo con el premio a la mejor Escenografía.
Durante todo el mes de noviembre Moguer ha sido escenario de la novena edición de este certamen de teatro aficionado al que concurrieron más de medio centenar de obras llegadas de toda España, representando sus montajes en el teatro Felipe Godínez las cuatro formaciones seleccionadas por la organización que han demostrado sobre las tablas del escenario moguereño la buena salud de la que goza el teatro aficionado en nuestro país, y la importancia que año tras año va adquiriendo el Ciudad de Platero en el contexto de este tipo de certámenes.
Clausura
Como clausura del ciclo teatral, los espectadores pudieron disfrutar de la actuación de la compañía profesional La Escalera de Tijera que puso en escena “La Celestina, La Tragiclowmedia”, una particular revisión del clásico tamizada con los elementos con los que habitualmente esta innovadora formación afronta sus montajes para actualizarlos y hacerlos llegar a todo tipo de públicos.
Con un ritmo desenfrenado los actores cambiaban de atrezo y vestuario, interpretando multitud de personajes al ritmo de juegos malabares, acrobacias y una expresión corporal llena de dinamismo que cautivó a los espectadores.