La movilización, bajo el lema ‘¡No más balsas mineras, no más zonas de sacrificio!’, concentró este domingo a un centenar de personas que recorrieron la zona donde la minera australiana Sandfire-Matsa ha proyectado la construcción de una nueva Instalación de Gestión de Tailings (IGT), «es decir, una balsa de lodos mineros procedentes de la obtención de metales a partir de los minerales extraídos en tres minas cercana, la Mina de Aguas Teñidas, la Mina Magdalena y la Mina de Sotiel-Coronada, que todos se procesan en la planta de tratamiento de MATSA cercana a Valdelamusa».
Durante el recorrido se informó de los posibles impactos de esta nueva balsa, «con una previsión inicial para albergar hasta 15 millones de metros cúbicos de residuos tóxicos y peligrosos, que ocupará 130 hectáreas a escasos 790 m de Valdelamusa». Desde Ecologistas en Acción se ha señalado que «esta balsa de lodos mineros, junto a las ya existentes, viene a perpetuar el legado tóxico de la minería en la provincia onubense».
El nuevo depósito, explica la organización ecologista, «afectará directamente al camino público conocido como ‘Camino de las Umbrías'» que los manifestantes recorrieron en el transcurso de la marcha y cuyo proceso de desafectación, subrayan, «se habría producido de forma irregular sin información y participación pública».
Además, se informó a los asistentes «sobre la posible afección de la instalación minera a la calidad de las aguas dado el alto contenido en metales pesados en los residuos procedentes de la planta de procesamiento de la mina. Esto es especialmente preocupante teniendo en cuenta que la instalación se ubicaría sobre el Barranco del Tamujoso, 5 kilómetros aguas arriba del Embalse del Tamujoso. Dicho embalse es considerado reserva estratégica en caso de emergencia por sequía por la empresa mancomunada GIASHA, como es la situación actual, para abastecimiento de agua potable para toda la población de El Cerro del Andévalo».
Durante la manifestación, representantes de las organizaciones adheridas señalaron su «temor por los posibles impactos de la nueva balsa sobre la salud y su posible afección a los recursos naturales, agrícolas y ganaderos de la zona, de los que dependen gran parte de la actividad económica de la provincia onubense».
Desde Ecologistas en Acción Huelva se ha vuelto a manifestar su «posición en contra de que Huelva se perpetúe como una zona de sacrificio asediada por actividades con alto impacto ambiental». Desde la organización apuestan «por una estrategia de desarrollo sostenible de los pueblos basada en el aprovechamiento realmente sostenible y respetuoso con el medio ambiente de los recursos cercanos, y en la economía circular». Así, han resaltado «la importancia del reciclaje como vía de obtención de minerales y han puesto énfasis en una necesaria reducción de la demanda de estos».
Ecologistas en Acción Huelva denuncia por irregularidades a Sandfire-Matsa
La manifestación de este domingo sucede apenas tres días después de que el pasado miércoles, Ecologistas en Acción Huelva, presentara una denuncia ante el Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción de Aracena contra la compañía minera multinacional Sandfire-Matsa. Esta se produce después de constatar a través de imágenes satélite del programa europeo Copernicus y visitas sobre el terreno el inicio previo a la obtención de los permisos de las obras de construcción de una nueva balsa de residuos mineros.
Esto se suma a las alegaciones frente al proyecto presentadas ante la Delegación Territorial de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul de la Junta de Andalucía en Huelva. Además, también se ha denunciado en sede judicial la existencia de instalaciones y acopios de material y balsas construidos en terrenos clasificados como Suelo No Urbanizable de especial protección en la planificación urbanística vigente del municipio de Cortegana.
