Cristina Otero, una joven onubense, perdió en 2021 todos sus ahorros, 3.030 euros, por seguir las instrucciones de un SMS recibido en su móvil para autentificar su cuenta. Lo que no sabía es que, en realidad, estaba dando sus datos a unos estafadores (probablemente de países del Este), que consiguieron desvalijar todo su dinero, incluida la parte para sacarse el carnet de conducir.
Desesperada, nos cuenta su abogado, José Luis Orta, Cristina acudió a su oficina donde le dijeron que había un seguro que cubría dichas estafas, pero con el paso de los meses no solamente no recibió nada, sino que además fue acusada de falta de diligencia y cuidado en no haber comprobado por qué estaba sucediendo.
Cristina argumentaba una y otra vez que recibió un mensaje de su entidad y que al entrar en el link veía los logos y la web idéntica a la del banco y que sólo seguía las instrucciones recibidas.
Finalmente, tras tres años de pelea, la Justicia le ha dado la razón a Cristina, la cual argumentaba el día del juicio, llorando, que sólo había cumplido las órdenes que le habían mandado. Sus argumentos se basaban en directrices europeas y en achacar a la entidad bancaria que no hubiera puesto las medidas necesarias y cortafuegos para evitar que le quiten todo el dinero de tu cuenta.
«Una puerta novedosa»
Orta anima a todas aquellas personas que han sido víctimas de fraude a través del móvil a que luchen contra la entidad bancaria, pues «la Justicia ha abierto una puerta novedosa que obliga a los bancos a poner todas las medidas posibles para que no seamos víctimas de estos fraudes».
