Cruz Roja Juventud está desarrollando el proyecto Convivencia Sin Violencia en Huelva capital, Ayamonte, Bollullos Par del Condado, Moguer y Nerva, con acciones de sensibilización y participación que, por el momento, el voluntariado, integrado por entre 10 y 12 personas, ha llevado a ocho grupos de Educación Infantil, Primaria y Secundaria.
Según ha indicado la entidad en una nota de prensa, a estas actividades de concienciación infantil se suman talleres específicos de cuatro horas de duración, en los que el voluntariado ha trabajado con alumnado de siete grupos distintos de jóvenes de la Eso y Bachillerato en dos centros.
Para ello, ha sido imprescindible la colaboración del Colegio San Vicente de Paúl, de Huelva, el CEIP Manuel Pérez, de Bollullos, y los IES Juan Ramón Jiménez, de Moguer; Vázquez Díaz, de Nerva; y González Aguilar de Ayamonte, que han abierto sus puertas a Cruz Roja Juventud para sensibilizar al alumnado, a las familias y a toda la comunidad educativa para luchar conjuntamente contra el ‘bullying’ y cualquier tipo de violencia.
El proyecto ‘Convivencia sin violencia’ continuará este año en Huelva con una acción de sensibilización para familias y agentes socializadores en la localidad de Cumbres Mayores, y finalizará con una formación en mediación que el voluntariado de Cruz Roja Juventud llevará a cabo en un centro de menores.
De este modo, el voluntariado de Cruz Roja Juventud aborda con los jóvenes temas como el acoso escolar, la violencia de género y otros tipos de violencia en el deporte, el racismo y la xenofobia. Para ello, se fomentan grupos de debate y se trabaja en la mejora de competencias como las habilidades sociales y de comunicación, el trabajo en equipo, la conciencia y regulación emocional, así como la autoestima, y la autonomía.
«En la mayoría de centros en los que tratamos, por ejemplo, la violencia de género, las respuestas del alumnado denotan cada vez una mayor sensibilización, y hay más participación a la hora de hablar sobre la violencia o la igualdad de género. Pero hay comportamientos de violencia que siguen muy interiorizados en la juventud, como el control del teléfono móvil o los celos; por eso es necesario que sigamos sensibilizando», ha explicado la coordinadora provincial de Cruz Roja Juventud en Huelva, María Lozano.
El proyecto contempla, además, la formación de los alumnos y alumnas como agentes mediadores, con el objetivo de resolver los posibles conflictos de manera alternativa, promoviendo el bienestar y la convivencia pacífica.
«El acoso escolar, las habilidades sociales y sobre todo los problemas de convivencia son los temas que más nos demandan desde los centros escolares, con el fin de mejorar el ambiente de clase y la confianza que hay entre el alumnado. También nos suelen solicitar mucho que hablemos sobre igualdad de género o talleres contra la LGTBIfobia», ha detallado María Lozano, que destaca la coordinación y comunicación fluida que mantienen con el personal de orientación de los centros educativos.
El voluntariado se acerca a estos temas con actividades cercanas y adaptadas a cada edad, según ha explicado la directora de Cruz Roja en Andalucía, Ana Daza, «a veces lo abordamos de manera más lúdica, en espacios abiertos, con yincana y escape rooms, por ejemplo».
«Los jóvenes valoran las dinámicas que empleamos y lo entretenidas que conseguimos que sean, siempre que esto no perjudique la transmisión de conocimientos. Muchos padres y madres se interesan con este tipo de temáticas. Notamos que hay preocupación y cierto desconocimiento, por ejemplo, en torno al buen uso de las nuevas tecnologías y el acceso de los jóvenes a redes sociales», ha señalado Daza.
Una de las prioridades del proyecto ‘Convivencia sin violencia’ es la de fomentar entornos protectores, que prevengan situaciones de violencia. El programa cuenta con financiación de la Consejería de Inclusión Social, Familia e Igualdad de la Junta de Andalucía, con fondos procedentes de la X Solidaria en la declaración de la Renta. Cruz Roja Juventud es la sección juvenil de Cruz Roja Española, dedicada a promover los valores humanitarios y mejorar la calidad de vida de niños, niñas y jóvenes en situación de vulnerabilidad.
