(Texto: Sara Domínguez Baeza) Todo proyecto emprendedor encuentra en su camino un sinfín de obstáculos y adversidades. Por muy madurada que esté una idea en un grupo de personas valientes y con atrevimiento, convertir el proyecto de negocio en una empresa real, ya sea en forma de startup o compañía tradicional, está acompañado de muchos sinsabores.
El más complejo de todos es obtener financiación, pero una vez se consigue esto, aparecen otras dificultades que tienen que ver con la visibilidad de la empresa, el análisis de la competencia o el propio desarrollo de los productos y servicios a ofrecer.
Por todo ello, es importante tener claro qué estrategias se pueden seguir para que una startup no caiga en saco roto. Y es que la estadística aquí es irrefutable, pues el informe Why Startup Fail: 2022 asegura que cerca del 90% de estas nuevas empresas están abocadas al fracaso.
¿Conoces en profundidad el mercado del que quieres formar parte?
Este es un paso esencial para embarcarse en un proyecto de emprendimiento. Dar pasos adelante en la creación de una empresa implica un esfuerzo enorme que va mucho más allá de tener una idea aparentemente exitosa. Todas las personas con iniciativa que quieran buscar fortuna en el mundo empresarial deben saber que el mercado es un ente diabólico que es altamente complejo de entender.
La solución pasa por identificar las necesidades y los deseos de los clientes potenciales para adaptar esa idea de negocio a lo que realmente van a demandar. Si tu idea pasa por crear un nuevo electrodoméstico que le haga competencia a los robots de limpieza, has de saber cuál es tu público objetivo, cómo de copado está el mercado y desarrollar estrategias de marketing que aumenten tus posibilidades de éxito.
¿Cómo mejora tu idea la vida de los consumidores?
Este punto guarda mucha relación con el anterior. Las startups que consiguen superar ese enorme filtro de supervivencia que son sus primeros años de vida: financiación, buena acogida en el mercado, capacidad para cubrir el interés despertado por los clientes… lo hacen porque han encontrado una propuesta de valor clara y muy distinta a lo que ya existía previamente en el mercado.
Es imprescindible mostrarse como una organización, una empresa o un negocio diferencial, novedoso, que no existe previamente en el mercado y que va a solucionar alguna necesidad de un sector de la audiencia. Incluso se puede ir más allá, en ocasiones las startups no consiguen mejorar un proceso, sino que crean una demanda entre la población, algo que tienen que consumir y por lo que muestran interés.
Afinar tus productos y servicios
Siguiendo con el punto anterior, esta diferenciación frente a la competencia que surge de ofrecer productos y servicios diferenciales no puede quedarse ahí. La idea que siempre debe primar entre los emprendedores es la de la mejora continua. Las optimizaciones de los productos y servicios que se ofrecen a los clientes son requisitos vitales para el crecimiento.
Los smartphones que utilizamos a día de hoy no son los que usábamos hace cinco años. Y tampoco serán los mismo que tendremos dentro de una década. Quizás para entonces, ni siquiera habrá smartphones o no serán tan populares. En resumen, la optimización constante aumenta la satisfacción de los clientes y puede abrir la puerta a nuevas oportunidades de mercado.
Trabajar de manera acertada el marketing digital
Este es otro punto clave. En la era digital las startups deben sacar partido de todas las herramientas que tienen a su alcance. El marketing online es una de ellas, con escenarios como el SEO, el diseño de páginas web optimizadas, el uso de redes sociales o el email marketing que, a menudo son muy económicas y no requieren una elevada inversión.
En el caso del email marketing, por ejemplo, hay plataformas como Mailrelay que permite enviar hasta 80.000 correos electrónicos al mes y almacenar en su cuenta gratuita 20.000 contactos. Además, dispone de una cuenta de soporte atendida por expertos donde pueden resolver todo tipo de dudas relacionadas con el marketing.
Cuidar los aspectos financieros
Una estrategia de mejora continua ligada a un buen trabajo de marketing y un conocimiento exhaustivo del mercado han de ir de la mano de una propuesta de valor diferencial y atractiva para los consumidores. Pero todo esto puede quedar en agua de borrajas si no existe una gestión sólida de los recursos financieros que se manejan.
Los expertos de Cepyme (Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa) aseguran que una de las razones que explica el fracaso de muchas startups es que los empresarios se quedan sin dinero pasado un tiempo desde que iniciaron el proyecto. Para evitar esta situación es imprescindible monitorear cada inversión y cada gasto hasta el más mínimo detalle, buscar compañeros o socios de viaje estratégicos y tomar decisiones de manera informada, para adaptarse a los cambios del mercado.
Como ves, son numerosos los condicionantes vinculados al éxito o fracaso de una empresa de nueva creación y no siempre la financiación es el único obstáculo en el camino. Emprender es desafiante, pero también apasionante y tentador.
