Las opciones que ofrece un ferry son muy amplias, desde optar por viajes estándares en asientos comunes, a pedir mejor acomodo, camarotes o acceder a restaurantes y zonas de ocio a bordo
Viajar a las Islas Baleares, especialmente a Mallorca, se puede deber a múltiples situaciones. Los viajes se pueden hacer por motivos familiares, por trabajo, ocio o asistencia a algún seminario o congreso. Sea cual sea el motivo que lleva al viajero hacia esta isla se podrán reservar con antelación los billetes de embarque y las compañías que operan ofrecerán todo tipo de servicios variados que van desde la estancia en la que se quiera realizar la travesía, hasta ofrecer espacios para el ocio y la restauración.
Sin embargo, existe otra motivación que hace especialmente atractivo el viaje en ferry a Mallorca con coche y es precisamente eso, poder viajar a bordo con el vehículo propio. Sin duda, eso ofrece mucha más libertad una vez que el pasajero desembarca en el puerto mallorquín. Tener la posibilidad de viajar con el coche en bodega ahorrará gastos como el de alquileres de transporte, además de aumentar la movilidad por los rincones, pueblos y ciudades que ofrece Mallorca.
Al contrario también supone una ventaja. Es decir, viajar desde Mallorca a la península en estos ferrys y poder llevarse el coche, moto o autocaravana, permite una amplia posibilidad de conocer rincones únicos.
Viajar en ferry a Mallorca: servicio para todo el pasaje
Las tres compañías que operan entre la península y Mallorca son Balearia, Trasmed y GNV y gracias a MrFerry se puede centralizar la compra y reserva de plazas. A buen seguro, viajar con el vehículo propio supone una gran garantía y, sobre todo, un ahorro importante.
Los procesos de embarque son muy sencillos y, en todo momento, se tendrá la asistencia del personal de la compañía. Algunas de las ventajas que ofrece el viaje en ferry a las Baleares en vez de en avión es que, no hay control de líquidos, tampoco se pesa el equipaje de mano, que se puede llevar el necesario y, por supuesto, el hecho de llevar el propio vehículo. Es uno de los servicios más apreciados por los viajeros. Para acceder a la bodega y reservar el espacio para el vehículo, con previsión, hay que rellenar un formulario y asegurarse la plaza. Entre las preguntas de este formulario está la marca, modelo y dimensiones, es una manera de gestionar con la máxima diligencia el servicio. También es una garantía el hecho de que será el propio viajero el que introduzca el vehículo en el barco.
Posibilidad de viajar con mascota
Gracias a la sensibilidad de las navieras, es posible viajar con mascotas. Evidentemente, se tendrá que identificar al animal. Los perros, gatos o hurones, por ejemplo, deberán presentar su identificación veterinaria. Aunque existen zonas comunes en las que los animales pueden acceder, otras, como la restauración sí que están restringidas.
Para un mayor acomodo de los pasajeros, los ferrys hacia Mallorca cuentan, en su mayoría, con camarotes en los que se permite animales, por lo que en esa zona reservada del barco podrá disfrutar la familia al completo, a la par que también se garantiza la comodidad del resto del pasaje.
Accesibilidad universal y zonas de descanso
Entre las múltiples ventajas que ofrecen este tipo de barcos de transporte humano, animal y de vehículos, está el derecho al acceso universal. No solo las compañías tienen identificados mediante la señalización adecuada los espacios libres de barreras, sino que el personal está especialmente sensibilizado y ofrecerán todos los servicios a las personas con capacidades diferentes para que tengan la travesía más cómoda y adaptada posible.
Las horas en el ferry tampoco se harán largas porque disponen de restaurantes y bares, así como terraza en la que se podrán degustar unos buenos platos o un combinado con el mar como perfecto marco. Son sensibles a los celíacos, de ese modo, las cartas tienen productos libres de gluten.
En definitiva, viajar hasta Mallorca en ferry y llevar el vehículo a bordo, a la mascota y a toda la familia ayudará a que, sea cual sea el motivo de la travesía se haga con todas las comodidades y, sobre todo, que el destino se aproveche al máximo.