El idilio de los isleños con las academias se perpetúa. Como ya hiciera su paisano Manuel Carrasco en su trampolín hacia el triunfo, Carlos Troncoso (Isla Cristina, 1982) ha conseguido un éxito sin precedentes en la historia onubense: ser seleccionado por la Academia de Cine para desarrollar uno de sus proyectos más ambiciosos, el largometraje documental ‘El hombre que siempre existió’, basado en la investigación realizada por Jesús Copeiro y Enrique Nielsen sobre William Martin, ‘El hombre que nunca existió’, que sirvió de cebo en la operación Mincemeat (Carne Picada), esa que acabaría cambiando el rumbo de la II Guerra Mundial.
Competía con casi mil aspirantes en esta sexta edición que no sólo son de España, sino de otras latitudes del mundo y, de los 20 residentes elegidos, sólo dos desarrollarán el guion de un largo documental. Uno de ellos, Troncoso. HuelvaYa ha entrevistado al artista onubense, que saborea el resultado. “Para no caer en el tópico de un sueño que se ha cumplido, diría que es un reto que he conseguido, me he pasado una pista, ¿no?”. Ha logrado darle matarile al monstruo final “del síndrome del impostor, el que no te deja creerte que puedas estar en ese círculo; entonces supone para mí desbloquear una serie de tabúes en mi interior y conseguir un reto”.
Periodista formado en la Universidad de Salamanca, donde también hizo un Posgrado de Guion de Ficción para Cine y Televisión, es además Máster en Culturas Árabe y Hebrea de la Universidad de Granada y fue investigador becado sobre Cine y Culturas Audiovisuales en la University of Roehampton, en Londres. Carlos es, con todas las letras, un currante. No sólo lo decimos por su extenso currículo académico, sino porque cada temporada ha trabajado en las heladerías de sus padres en Isla Cristina, herencia de su abuelo Chuchulete, dejándose la piel para arrimar el hombro en casa y poder hacer acopio de un poco de pasta con la que ir sacando adelante los proyectos de su productora, La Perla Films, que ha heredado el nombre de la cadena de negocios de los Troncoso Grao, las heladerías La Perla.
Como el autor de ‘Montañas de sal’ o ‘Cada vez que estoy contigo’, nuestro residente de la Academia de Cine siempre ha tenido a su tierra como punto de partida: “Me gusta descubrir sus tesoros escondidos”, nos confiesa. Desde el ombligo de la marisma isleña para el mundo. Así nació su opera prima, la película documental ‘Algo más que una pasión’ (coproducida por RTVE y disponible en Filmin), en la que cuenta la historia del fútbol femenino patrio a través de los testimonios de las pioneras isleñas que formaron parte de la primigenia Selección nacional. Un largometraje que obtuvo la Biznaga de Plata Afirmando los Derechos de la Mujer en el 18º Festival de Málaga y que fue Premio del Público en el 8º Festival Internacional Islantilla Cinefórum.
Dejó otra buena muestra del amor que profesa a sus raíces y al Carnaval de Isla Cristina en su segundo trabajo, ‘En la ruina,’ en el que cuenta cómo se forjó el primer coro mixto del siglo XXI en su pueblo -del que fue componente- al mismo tiempo que habla del abandono que sufre el patrimonio material de su rincón marinero. Con él logró ser finalista en el V Festival Internacional de Cine Arqueológico de Castilla y León y fue seleccionado en festivales de España, Uruguay y Portugal.
Había intentado ya estar entre los elegidos de la Academia en 2021 y 2022. La tercera ha sido la vencida.
“Que te paguen por pensar y por desarrollar tu película es una oportunidad… única; decir única se queda corto porque, en los tiempos que vivimos y en el país que vivimos, que te paguen por pensar y por hacer cultura es un privilegio”.
Tendrá desde octubre hasta junio del año que viene para madurar el guion. Será entonces cuando lo presentará ante distintos productores y miembros de la Academia, siempre con las miras puestas en “conseguir la financiación que me permita poder producir” la película.
El proyecto con el que ha seducido a la Academia de Cine se titulará ‘El hombre que siempre existió’.
Troncoso conoció la historia del cebo disfrazado de soldado de los Royal Marines que el MI5 le puso a Hitler en la playa de La Bota “en un bar de copas”, donde charlaba con un colega sobre el reportaje El último nombre de William Martin (Huelva Información), que le valió a Javier Ronchel el Premio Huelva de Periodismo 2015. Y le picó la curiosidad y se puso a investigar. Fue así como contactó con Jesús Copeiro y Enrique Nielsen en 2016, con los que ha forjado una amistad profunda con el devenir del tiempo.
Desde entonces hasta hoy han llovido ocho años de sinsabores y mucho trabajo que nuestro protagonista divide en tres etapas. “La primera fue de contextualización, de leer los libros y de asimilar, chequear y contrastar todo lo que ellos habían investigado”. Hasta ese momento su propósito no era más que el de “reflejar lo que se contaba” en las obras de Copeiro y Nielsen. La pandemia echó el freno a sus intenciones y “decido ampliar la investigación”. Carlos descubrió que Jesús Copeiro “dispone de un material inédito y original, un montón de cintas con entrevistas que él ya no recordaba que tenía y un montón de correspondencia privada con otros investigadores a la que él ya no le daba ninguna dimensión, de hecho, prácticamente no aparecen en los libros”.
Carlos Troncoso junto a Jesús Copeiro y Enrique Nielsen.
Llegó entonces la segunda etapa, la de la investigación propia y la ampliación de conocimiento. “Consigo empaparme de todo este material, que es buenísimo, le doy una nueva dimensión al proyecto y me marco como objetivo complementar la investigación de ellos”, agrega Carlos. Lo logró “descubriendo una serie de datos y de documentos” que refrendaban todo lo ya contado por Nielsen y Copeiro desde que iniciaran sus pesquisas sobre William Martin, allá por los años 80. La tercera llegó con la idea final que ha presentado a esta edición de la Residencia de la Academia, con la que ha resultado seleccionado.
Troncoso tiene claro cómo va a abordar el guion. “Contemplo tres dimensiones temporales: el presente, que es la situación actual de Nielsen y Copeiro, a los que les haremos un seguimiento y conoceremos en su vida, su lado humano; el presente histórico, que será la recreación ficcionada de sus investigaciones durante los años 80, 90 y 2000; y por último el pasado, los años 40, que será representado por las viñetas de Paco Roca”. Así se conjugarán tres técnicas del séptimo arte, “la animación, la ficción y el documental, que mostrará la realidad desde un punto de vista un tanto extravagante y fantástico”.
Cuando Carlos Troncoso abordó al célebre historietista Paco Roca en una conferencia que ofreció en Pamplona en 2018 y le contó su proyecto, “me mostró su interés, a pesar de que no suele aceptar proyectos externos y a partir de ahí empezamos a trabajar”. El director isleño ya atesora varias viñetas y está “a la espera de pues conseguir más financiación para que pueda dibujar el resto, que ya está planteado en un dossier”. Ése es el gran objetivo que se marca el artista, conseguir que la industria le abra las puertas invirtiendo en ‘El hombre que siempre existió’.
La residencia en la Academia, que estará mentorizada por directores de primer nivel en España, “es un paso muy importante, aunque hasta que veamos la película en un cine o en una pantalla queda mucho, pero era un paso necesario y fundamental” del que se han alegrado todos los suyos, incluso los que en un momento dado no terminaban de creer en él. Dijo Armstrong que pisar la luna era “un pequeño paso para un hombre, un gran salto para la humanidad”. El de Carlos es un pequeño gran paso que lo catapultará al firmamento del cine para el disfrute de todos. Solo es cuestión de tiempo.
Sinopsis de ‘El hombre que siempre existió’
Madrid, 1958: Jesús Copeiro, un adolescente apasionado de los tebeos bélicos, acude al cine para ver el estreno de El hombre que nunca existió. La película narra la operación de engaño con la que el MI5 derrotó a Hitler gracias a un cadáver disfrazado de oficial de los Royal Marines que portaba documentos falsos.
Fascinado con aquella estratagema, e impulsado por un destacado espíritu detectivesco, decide aventurarse varios años después a resolver el enigma que gira en torno a este misterioso cadáver cuya identidad es alto secreto de Estado. Junto a su esposa, la noruega Elin Von Munthe, demuestra el secuestro de documentos oficiales, el ocultamiento de pruebas e incluso la verdadera identidad del cuerpo de aquel supuesto oficial, generando una división de opiniones en el Parliament y provocando la inquietud de la mismísima reina Isabel II poco antes de su muerte.
A sus 80 años Copeiro ofrecerá una conferencia muy especial sobre su vida y su obra. Es la última. El último viaje hacia la leyenda de El hombre que nunca existió, que es también un viaje hacia sí mismo.
2 comentarios en «Carlos Troncoso: un isleño de película»
Interesante.! El hombre q nunca existió es una buena partida Para algo bueno. Me gusta
ENHORABUENA