La tradición y el arte de la zambomba, nacida en Jerez de la Frontera, se vivieron intensamente en la tarde de este domingo en el patio de la casa hermandad de la Real Hermandad de Emigrantes de Nuestra Señora del Rocío. Con la destacada participación de Mónica García Contreras, conocida artísticamente como ‘Mónica de Jerez’, el evento reunió a cerca de 300 personas en una entrañable tarde de hermandad y convivencia.
Acompañada por un elenco de grandes talentos, ‘Mónica de Jerez’ cautivó al público con su voz y su arte, compartiendo escenario con el guitarrista Vicente Santiago, el cantaor Juan Heredia y las hermanas Ana, Luisa y Rafaela Peña, hijas de la célebre cantaora Ana Peña. Jesús Grilo completó este grupo que hizo gala de compás, madurez y ese toque especial que solo los grandes artistas poseen.
El repertorio incluyó villancicos y canciones tradicionales como ‘Los caminos se hicieron’, ‘Calle San Francisco’, ‘El Carbonero’ o ‘María lavaba’, entre otros, llevando al público a un recorrido musical lleno de emoción. Destacaron las interpretaciones de las hermanas Peña, el talento de Mónica en el baile y la simpatía arrolladora de Juan Heredia, que conquistó a los asistentes con sus bulerías.
Durante el intermedio, el coro de la hermandad, que presentará este martes en el Gran Teatro de Huelva, a las 21.00 horas, su nuevo trabajo discográfico, ‘Otra vez mi gente’. Entre las composiciones interpretadas destacaron ‘De añoranza y de amor’, ‘Venid rocieros’ y ‘A Belén pastores’.
El presidente de la hermandad, José Francisco Garrido, junto a la hermana mayor, María José Muiño, dieron la bienvenida a los asistentes, agradeciendo el apoyo de los hermanos, simpatizantes y empresas colaboradoras como Palparking, Puerto de Huelva, Mudanzas Huelva, Fridacar y FR Consultores Inmobiliarios, cuyo compromiso fue clave para el éxito de los eventos.
El cierre de la zambomba estuvo marcado por la entrega de un obsequio a ‘Mónica de Jerez’ y al resto de los artistas, en un emotivo gesto liderado por el vocal de juventud, Manuel Évora, y la hermana mayor.
La Real Hermandad de Emigrantes reafirma con esta celebración su compromiso con las tradiciones navideñas y su esfuerzo por mantener vivo el espíritu de hermandad y convivencia entre sus miembros y la comunidad onubense.