En la noche de este miércoles, la Cofradía de la Santa Cruz y la Real Hermandad de Emigrantes de Nuestra Señora del Rocío de Huelva renovaron por tercer año consecutivo su acto de hermanamiento. Este vínculo se estableció en 2021 durante el primer día del triduo cuaresmal de la hermandad de penitencia, un periodo en el que los cristianos se preparan espiritualmente a través de la conversión, la oración y la caridad.
En esta ocasión, ambas hermandades decidieron aplazar la entrega del cirio Pre Crucem ad Lucem (Ante la Cruz a la Luz), que tradicionalmente se llevaba a cabo el Miércoles de Ceniza. Este cambio se debió a las obras de acondicionamiento en la capilla de la hermandad de penitencia. No obstante, se ha aprovechado este momento significativo dentro del calendario de la Santa Cruz para realizar la entrega.
El cirio será custodiado por la Hermandad de Emigrantes hasta el Miércoles Santo, cuando será incorporado a la estación de penitencia. La recepción del cirio estuvo encabezada por el presidente de Emigrantes, José Francisco Garrido, acompañado por la hermana mayor, María José Muiño, miembros de la junta de gobierno y más de 50 hermanos. Con gran emoción y respeto, el cirio fue bendecido y trasladado a la capilla de la casa hermandad en el Paseo de la Glorieta, donde permanecerá expuesto junto al Simpecado, reafirmando así los lazos de unión entre ambas entidades.
Este acto refleja el firme compromiso de ambas hermandades con la tradición, la fe y la comunidad, fortaleciendo su colaboración y hermandad. Una vez concluida la ceremonia religiosa, las dos corporaciones se trasladaron a la nueva casa de hermandad de la Vera Cruz, situada en la calle Hernán Cortés.
Allí, compartieron un acto de convivencia en el que su hermano mayor, Rafael Millán, expuso los proyectos futuros de la cofradía.
Con este tipo de iniciativas, la Cofradía de la Santa Cruz y la Real Hermandad de Emigrantes de Nuestra Señora del Rocío continúan reforzando sus lazos y fomentando la devoción en la comunidad onubense.