La Dirección General de Tráfico (DGT) inicia este lunes una campaña de vigilancia y control de la velocidad en carreteras de Andalucía, ya que está demostrado que este factor no solo afecta al riesgo de verse involucrado en un accidente de tráfico, sino también que, a mayor velocidad, es más difícil reaccionar a tiempo para prevenir el siniestro y más graves serán las lesiones producidas a consecuencia del mismo.
Como datos de interés, en 2024 se formularon en la provincia de Huelva un total de 109.646 denuncias de tráfico (datos provisionales), de las que 68.651, el 63%, fueron por infracciones de velocidad captadas a través de cinemómetros fijos y móviles. Además, en el 20% de los siniestros viales mortales registrados en las carreteras onubenses el año pasado estuvo presente la velocidad inadecuada.
También cabe destacar que en la última campaña que se realizó en la provincia entre los días 15 a 21 de julio de 2024 se controlaron un total de 3.585 vehículos (1.597 en autopista y autovía y 1.988 en carreteras convencionales), de los que se denunciaron 246 (99 en autopistas y autovías y 147 en carreteras convencionales).
La velocidad, objetivo prioritario para disminuir la siniestralidad
La jefa provincial de Tráfico, Cristina Gago, ha destacado que «la velocidad es uno de los factores de riesgo en la relevancia que tienen sobre seguridad vial, tanto en el aumento del riesgo de siniestro durante la conducción, como en el aumento de la severidad de las lesiones de los accidentados”, al tiempo que ha añadido que “conducir a una velocidad excesiva o inadecuada es una gran amenaza para la seguridad en la carretera. La velocidad es el núcleo del problema de la seguridad vial”.
La Estrategia Española de Seguridad Vial 2030, ha destacado la subdelegada del Gobierno, María José Rico, “identifica como un área estratégica la “tolerancia cero con los comportamientos de mayor riesgo en consonancia con el enfoque del sistema seguro integrado y de acuerdo con los parámetros de la Agenda 2030 de Naciones Unidas, la cual aborda la necesidad de las actividades de vigilancia y control para reducir el impacto y estima que su realización disuade a los conductores de dichas prácticas”.