Acuciada por las deudas y paralizada por el ajuste, la ciudad de Huelva se encuentra sin proyecto. Nuevos compromisos económicos con proveedores que el consistorio es incapaz de satisfacer, nos lleva otra vez al estrechamiento del callejón sin
salida en el que ya nos encontramos. Un equipo de gobierno agobiado por la situación y desgastado por los años en los que no se han producidos las renovaciones necesarias, colocan al ayuntamiento y a la ciudad contra las cuerdas de mayores y peores impagos. El nuevo plan de pagos preparado por el gobierno Rajoy sólo empeorará la situación hasta niveles de gravedad casi irresoluble. Deuda sobre deuda en una huída hacia adelante en el diseño, o falta del mismo, de política económica y de saneamiento que nos colocan en la asfixia y en la pérdida de servicios para los ciudadanos.
Las pasadas elecciones municipales, si no las anteriores, fueron una ocasión de oro para que el alcalde diese paso a la renovación interna. No movió ficha, a excepción de la inclusión de Guillermo García de Longoria en la lista –algo impuesto desde la dirección de Javier Arenas-, y el descabalgamiento de José Luis Barragán, sin embargo y quizá por ello, uno de los concejales de mayor popularidad. La situación creada por la casi pérdida de la mayoría absoluta popular tampoco ha hecho que las cosas cambien, ni en el equipo de gobierno ni en el partido respecto de ese equipo de gobierno. La idea de que la política del partido funcionaría desde la sede del
mismo y desde el equipo de diputación, ha quedado un poco en agua de borrajas debido a la decepción y desmotivación que ha invadido a la organización tras no conseguir la mayoría en el ente municipal y quedar lejos de la mayoría necesaria para gobernar Andalucía.
La situación en la capital se descompone cada vez más porque no hay dinero para atender a las necesidades ciudadanas. La bajada de los sueldos de los concejales es percibida por los ciudadanos como insuficiente y son muchos los que se hacen cruces ante el hecho de que el
alcalde sólo haya ido bajando sus emolumentos en función de lo exigido por los diferentes gobiernos y que no haya venido de la voluntad propia. La cantidad que el alcalde habrá cobrado a lo largo de los veinte años de gobierno ininterrumpido una vez concluya el actual mandato, escandaliza a los ciudadanos que se molestan en hacer cuentas y se preguntan qué va a ser de la ciudad si sólo se basa en la subida de impuestos y la disminución de servicios mientras ni se es capaz de ahorrar ni de ingresar.
Huelva necesita un nuevo proyecto ciudadano, una ilusión diferente que la saque del hartazgo y del estancamiento. No hay ni un solo grupo en el actual consistorio que sea capaz de llevar esa ilusión a la ciudadanía porque todos han demostrado lo que pueden y saben hacer. El PSOE
gobernó Huelva y gobierna Andalucía sin haberlas llevado a ningún lugar. IU pertenece a la administración paralizada y paralizante de la Junta y Mesa de la Ría, que pudo suponer algo diferente, se desangró en una lucha interna llevada a cabo entre descalificaciones. Lo nuevo está por aparecer y ojalá lo haga pronto para preparar el camino de una administración sincera, honesta con capacidad de gestión y pletórica de ideas para una nueva ciudad.
1 comentario en «EL LABERINTO.
Huelva, proyecto por llegar.
[Javier Berrio]»
Con este panorama, y si las cifras que se manejan son verdad, muy pronto tendría que ser intervenida la Alcaldía de Huelva. Es decir, que se nos aplicaría un régimen económico Merkeliano, con lo que veo que a falta de presupuesto, los municipales (Policía Local lo llaman ahora) van a tener que vestirse «en caliente» al modo de como hacen, según nos dicen en la prensa, hacen algunos chinos con las camas. Se levantan unos para ir a trabajar, se acuestan los que vienen de trabajar. ¿Acaso se quitarán el uniforme y la gorra, e incluso el arma reglamentaria y se los cederán al compañero que les haga el relevo?….cosas veredes.