Después de que el Ministerio de Sanidad español en el año 2010 implantase imágenes denigrantes en las cajetillas de tabaco, ahora la Unión Europea se explaya a sabiendas de que nos fríen a impuestos por fumar, a la vez que nos quieren estigmatizar.
Muertos, fetos, espermatozoides, pulmones, dientes, ahora historietas y todo lo a que a una panda de gilipollas se le haya podido ocurrir que puede aparecer, incordiando al que se va a fumar un cigarro o dos cartones al día, lo que se le ponga en las narices si puede pagarlo, ya que ellos no tienen problema en recaudar mientras se venda.
Tengamos en cuenta que el mismo cartón de tabaco que no paga impuestos en Canarias allí se vende a 16 euros, aquí cuesta 45 euros, 29 euros de tributos. So tontos del culo, os podéis poner las pegatinas en…
Cómo no se les ocurre poner en los coches oficiales una pegatina de “Cuidado os podemos estar robando” y la deuda pública equivale a la renta de un año trabajando de balde por parte de cada persona de estado español. Tal vez no estaría mal un álbum de fotos de los políticos corruptos en las primeras páginas del sobre de la declaración de la renta, para recordarnos que hacienda somos pocos, robados por muchos.
¿El alcohol no es nocivo?, siendo una de las primeras causas de los accidentes de tráfico, pues pongan cadáveres en las botellas y botellines. Y qué pasa con los peligros del consumo de sal o azúcar medicamente testados, no van a ganar para fotitos estos espabilados.
Tiene narices el del ojo, “Fumar aumenta el riesgo de ceguera”, me recuerda a los curas que nos decían “Si te masturbas pierdes la vista”, curiosamente muchos de ellos llevaban unas gafas de cristal culo de botella. Tontos del culo, lo único seguro en esta vida es que todos moriremos más tarde o más temprano y que del alarmismo vive mucho cabroncete. Se imagina ir a cenar a una marisquería y que el camarero le empiece a hablar del ácido úrico.
Recuerdo cuando los ignorantes y sus asesores obligaron a los hosteleros a hacer reformas para separar a los fumadores de los “sanos”, y poco más tarde, antes de que pagasen sus deudas, prohibieron su uso, hay que tener poca vergüenza, tengo que reconocer que peor fue el tema del aborto, ahora sí, ahora no, qué panda de necios, hasta que afortunadamente dimitió Gallardón.
Cada dueño de un bar o restaurante debería decidir qué tipo de cliente quiere que entre y si allí se fuma o no, después que los usuarios decidan si acceden al lugar. Ver que la gente tiene que salir a la calle aunque llueva, cuando las sociedades gastronómicas, deportivas o recreativas tienen autorización para que se fume en el interior, nos aclara la necedad de los que legislan. Algunas comunidades autorizan los clubes de cannabis, pero prohíben fumar en los toros, panda de tarados.
Seguro que en estas comisiones que se dedican a dar por saco, existen fumadores, pero mucho más seguro es que entre dípticos, trípticos, viajes, reuniones nacionales, internacionales, dietas y asesores se fuman un capital incalculable, eso sí, con cargo a una pequeña parte de la ingente cantidad que ingresa el estado por este vicio. En 2015, a pesar de las fotitos de marras, la venta de unidades se mantuvo estable en 2.325 millones de cajetillas, con una recaudación de 10.312 millones de euros, el 80 % para los que ya estarán pensando algo para los mecheros y así poder pasearse más. La cantidad equivale curiosamente a lo que se han cepillado este año del fondo de pensiones.
Si es tan perjudicial, prohíbanlo y punto, o solo permitan adquirir una cantidad al mes, algo así como el racionamiento en los medicamentos, sin fotitos ni tonterías (el estado perdería demasiado, ¿no?)… Está muriendo gente por cazar pokemon, dedicaos a otros menesteres y dejad a los fumadores en paz, tontos del culo.
Federico Soubrier García – Sociólogo y Escritor