Uno de los platos fuertes que se ofrecerán durante las Jornadas del Patrimonio de la Sierra de 2018 que se celebrarán en Galaroza es, sin duda alguna, la exposición que va a mostrar el arte de Marcial Muñiz Mendoza, considerado como uno de los mejores exponentes del aguafuerte y el grabado en su época. Nacido en Galaroza en 1892, este pintor ha sido olvidado a pesar de su importancia.

El alma de esta muestra está constituida por la familia del pintor, especialmente su sobrina Mamen Pena, que está colaborando en la recopilación de obras y va a prestar el más del centenar de trabajos que posee. En este fondo hay grabados, aguafuertes, oleos y tablas que pertenecen, sobre todo, a las primeras etapas pictóricas del artista. La tarea de recopilación ha sido toda una aventura, ya que han descubierto rollos de lienzos y dibujos guardados que no recordaban y que se suman al medio centenar de cuadros que cuelgan de las paredes de su hogar.

Mamen y su esposo Pepe han ayudado mucho en este empeño que tiene el Ayuntamiento de Galaroza y la Asociación Cultural Lieva en recuperar el prestigio de este cachonero que fue contemporáneo de Vázquez Díaz.

El propio director del Museo de Huelva, Pablo Guisande, se ha desplazado a Galaroza para conocer todos los detalles del proyecto, y ha recibido una donación de un grabado con motivos taurinos por parte de la familia, que se sumará a las cuatro obras de este autor que atesoran.

Paralelamente, la Asociación Lieva está realizando un trabajo arduo y difícil de reconstrucción de la vida y la obra de este artista desconocido, rastreando archivos, hemerotecas y otras fuentes para elaborar una publicación futura que ponga en valor esta obra.

Ya se han encontrado ilustraciones de Muñiz en el periódico comarcal ‘El Distrito’, de principios del siglo XX, en revistas de arte de su época o en exposiciones colectivas realizadas. También se tienen datos de premios obtenidos a lo largo de su carrera, su partida de nacimiento o fotografías de su boda y de otros momentos de su vida.

Para otro momento queda la posibilidad de contactar con la familia directa del pintor, que reside en Madrid, y que podría aportar mucho más material, sobre todo las planchas originales de sus grabados que aún conserva.