(Texto: Paco Velasco) Acomplejado. Si el partido de Rivera no supera la perturbación psicológica que afecta a su política global, mejor que se dedique al cultivo de la marihuana. Reprimir ideas, experiencias o emociones denota la existencia de un preocupante complejo de castración mental. Si Ciudadanos no se acepta como organización de centro derecha que es y bascula su liviana ideología hacia el centro izquierda que no es, acusará en su cuerpo social el impacto de la inferioridad moral e intelectual de los que carecen de personalidad.
La declaración de buscar alianzas puntuales con el Psoe antes que retratarse junto a Vox, indica la dimensión de la psicopatología. Si tan grande su inseguridad personal, por qué Rivera no deja su posición en la cúspide de su partido, se toma unas vacaciones, se somete a una terapia de urgencias y, mientras tanto, deja que Arrimadas aborde las próximas elecciones con vocación de vencedora. Cualquier movimiento de Juan Marín en orden a ocupar San Telmo con el apoyo de Susana, sería una voladura incontrolada de la línea de flotación de su barco. Esgrimir su aversión a Vox para resucitar al monstruo del Lago ERE y del océano MANGANCIA, les conduciría al cementerio de los paquidermos que pudieron ser grandes elefantes pero no superaron el listón de jabalíes. Miren un poco hacia atrás y analicen la trayectoria de UPyD.
Uno comprende que C´s sufra la competitividad de PP una vez que Vox ha irrumpido con ímpetu impensado –que no impensable- en la pastelería de Navidad. Igual que entiendo que los medios de comunicación que maman de la teta podemita y sanchista tienten con ofertas lujuriosas a los imberbes compañeros de Rivera. Pero lo que no es de recibo es su obsesión con Vox que ni es ultraderecha ni tiene más recorrido que equilibrar la fuerte tendencia comunista de Iglesias y de los señoritos cortijeros que parasitan al socialismo de bien, que por supuesto existe aunque no se vea.
Frente a lo que refiere Girauta, no existe un Psoe no sanchista. Cuando se desprendan del lastre de Pedro, entonces habrá tiempo de explorar nuevas vías de gobierno. Mientras tanto, o la derecha se viste por los pies o la ultraizquierda les enfundará la camisa de fuerza. Por locos.