La Virgen del Rocío, cubierta con el ‘pañito’ y el capote, ha enfilado a las 21.00 horas el camino de los Llanos que la llevará hasta el encuentro con el pueblo de Almonte, donde permanecerá en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción durante los próximos nueve meses, hasta que regrese a la aldea para la celebración de la Romería de 2020.
La salida de la Blanca Paloma daba comienzo a las 14.45 horas, después de cerca de tres horas de la finalización de los cultos oficiales con motivo de la celebración del conocido como Rocío Chico, momento en que, tras varios amagos calmados por los hermanos camaristas, los almonteños han saltado la reja para coger en hombros a su Patrona, que ha procesionado durante cerca de cinco horas entre ‘vivas’ y salvas de escopetas por las calles del Rocío a la espera del atardecer para partir hacia Almonte.
Como viene ocurriendo durante cada siete años desde 1949, la Virgen del Rocío ha partido al encuentro con su pueblo vestida con sus galas de pastora. La Reina de las Marismas estrena este año un traje donado por hijos de Almonte y realizado bajo la dirección de José Manuel Vega Morales.
La saya está confeccionada a partir de un antiguo manto, datado del siglo XVIII, cuyo brocado de seda se ha enriquecido con piedras naturales semipreciosas, canutillos y lentejuelas de oro. La característica más singular de la nueva esclavina, diseñada por José María Carrasco Sala es la utilización del tono rosa empolvado, color litúrgico con el que la Iglesia anuncia el Nacimiento de Cristo y su Resurrección.
El tejido del manto ha sido realizado exprofeso para la Virgen del Rocío, cuya seda ha sido tintada en uno de los tonos de la saya por un maestro tintorero en Milán. El sombrero y la lazada están inspirados en los que llevó en la Venida de 1919. Será la primera vez que lleve flores de talco acompañando a las flores secas.
El Pastorcito va vestido de Rey, como hace cien años, rememorando estampas de antaño. El traje es también de seda brocada de mediados del siglo XVIII. Estrenando también un conjunto de piezas de joyería: resplandor, cetro, orbe y zapatitos, diseñados y realizados por José María Carrasco Sala.
Durante todo el recorrido, la Virgen del Rocío estará acompañada por miles de fieles y devotos, así como por las ‘abuelas almonteñas’, encargadas de portar los enseres de la imagen.
Se espera que la Reina de las Marismas llegue a Almonte al alba de este martes, 20 de agosto, tras recorrer las tres leguas, 15 kilómetros, que separan la aldea de la localidad onubense. Tras su llegada al Alto del Molinillo, en El Chaparral, se le descubrirá el rostro con los primeros rayos del sol. Después, tras un imponente recorrido por las calles engalanadas del pueblo, se procederá a su traslado hasta la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción.