(Firma: Federico Soubrier) Nos tirotearon con mentiras con tal naturalidad que fue hasta fácil asumir que sus engaños eran medias verdades.
No entiendo cómo tienen el cinismo de hablar de pactos, acuerdos o coaliciones como posibles soluciones al estancamiento que generaron ellos mismos, siendo incapaces de dar una respuesta de ese tipo a nuestra penúltima decisión electoral.
Parece que ya no quita el sueño gobernar con Pablo Iglesias pactando a los dos días de las elecciones para sorna de hemerotecas y votantes perplejos que pierden la pizca de credibilidad que les quedaba.
Nos abocaron a unos nuevos comicios por una prepotencia absurda, convertida en incompetencia, obviando que además del gasto público que generaron, unos 180 millones de euros, han supuesto un desgaste democrático del electorado que ya no confía en nada ni en nadie y lo ha demostrado fraccionando más el panorama político y trasvasando algunos millones de votos en distintas direcciones, quizás también más como castigo que buscando una solución.
Curiosamente, la extrema derecha ha conseguido aglutinar un compendio de los más pobres y los más ricos, no sé qué pasará con esa mezcla de agua y aceite, pero desde luego se ha beneficiado rotundamente del nefasto devenir de sus oponentes.
No estaría mal que se implantarán normas para que los que han demostrado no estar a la altura no pudiesen repetir en las candidaturas. De hecho, todos suspenden en las encuestas de valoración, sencillamente lamentable. En cualquier caso es evidente que cobran demasiado.
Curiosamente cae el IBEX en bolsa, tal vez por el temor a que reclamen el rescate de la banca o se intenten hacer públicas las empresas energéticas.
Al menos, con la debacle de Ciudadanos parece que se puede presentar la opción a una mujer de poder llegar a Presidenta de Gobierno, cuestión bastante difícil; claramente seguimos anclados en los temas de género.
De todas formas, ya veremos cómo termina esta cábala que sin duda se desarrollará a trancas y barrancas. Ánimo, y a ver si en esta ocasión hemos acertamos intuyendo el voto que nos pueda llevar a una posible descongestión que desbloquee este triste, lamentable y desastroso panorama nacional.