El fuerte temporal de agua y viento que azota estos días nuestra provincia ha provocado el derribo de dos partes de la muralla de la milenaria ciudad de Niebla, declarada Monumento Nacional en el año 1932. El Ayuntamiento, en palabras de su alcaldesa, Laura Pichardo Romero, pedirá actuaciones con carácter urgente la próxima semana, según asegura en una nota de prensa emitida por el consistorio iliplense.
Estos nuevos derrumbes evidencian, una vez más, el deterioro que sufre este monumento que es considerado único en su estilo en toda la península ibérica. El primero de los derribos se ha producido en la zona oeste, concretamente junto a la Cruz del Concejo y la otra en Ronda de Jerusalén.
La muralla de Niebla tiene aproximadamente 2 kilómetros de extensión y un gran número de torres, alrededor de 48. Cuenta con 5 accesos o puertas, muchos de ellos en codo, como la Puerta del Agua, la Puerta del Buey, la Puerta del Socorro, la Puerta del Agujero y la Puerta de Sevilla. La muralla está rematada por una estructura almenada. Presenta también una serie de vanos destinados a la defensa. La fortaleza está construida con materiales de enorme dureza como la piedra. El sistema de construcción es una mezcla de sillarejo y sillar. El sillarejo se utiliza para los muros y el sillar para la zona de las esquinas. Los muros presentan talud.
Las estructuras defensivas iliplenses más antiguas documentadas corresponden al siglo VIII a. C., señalando a Niebla como punto principal entre la cuenca minera y el litoral ya desde época protohistórica. Este recinto fortificado iría evolucionando hasta el período andalusí, fechándose la construcción de las murallas entre los siglos XI y XIII, según los investigadores, siendo la última fase de construcción en época almohade (s. XII – XIII).