En el Instituto de la localidad onubense de Calañas ‘Diego Macías’ se desarrolla un atractivo proyecto de innovación educativa, de indudables virtudes pedagógicas, que busca rescatar una tradición secular en esta zona de la Provincia. Se trata de llevar el Flamenco a las Aulas a través de las coordenadas del Programa de la Consejería de Educación “Vivir y sentir el patrimonio” en su cuarta edición.
Situado en el corazón de la provincia de Huelva, entre el Andévalo y la Mina, Calañas es un pueblo de cerca de tres mil habitantes, con los problemas sociales y económicos derivados de la falta de actividad industrial que tuvo en otros tiempos. La educación por tanto se nos antoja crucial para el mantenimiento de la propia población, así como para la formación y preparación de una juventud que pudiera generar nuevas expectativas de futuro para el pueblo.
De amplia tradición folclórica (particularmente vinculada al flamenco, pero sobre todo al fandango) y riqueza etnográfica, Calañas tiene también una reciente tradición musical rubricada por la creación en 1990 de la Banda Municipal de Música. Por otra parte, la localidad tuvo siempre una importante y activa comunidad de etnia gitana, lo que ha facilitado la práctica y difusión de la tradición flamenca.
Resultaba, pues, casi necesario que el centro de enseñanza media de la zona se mostrara interesado por el adecuado conocimiento de una manifestación tan singular como universal, y que ha sido reconocida como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
Cabe destacar que en los Programas de Innovación Educativa se pone de manifiesto un plus de compromiso y excelencia por parte del profesorado y de los equipos directivos, que no dudan en apoyar y promover iniciativas que generan un gran valor añadido al mismo Centro, pero sobre todo benefician extraordinariamente al alumnado. En el caso que nos ocupa, ya se ha comprobado, en el primer trimestre, que uno de los grandes retos del Instituto, que es combatir el absentismo, se está alcanzando paulatinamente, pues parte del alumnado se siente atraído por actividades y proyectos que les resultan, además de interesantes, divertidos. Algo de lo que ya nos habló Horacio hace tantísimo tiempo, y es que había que enseñar deleitando.
El Proyecto, titulado certeramente FlamenEducando, se propone utilizar tan vasto legado para darlo a conocer desde una visión integral y multidisciplinar. De tal modo que son los profesores y profesoras de todas la materias quienes en él participan. Desde la traducción de textos clásicos en latín referidos a las “bailarinas de Gadir” -las célebres teletusas, cantadas más recientemente por Rafael Alberti- o la ubicación geográfica de los distintos palos y cantes, con su desarrollo histórico y cultural, hasta la aplicación de la nuevas tecnologías (TIC) para su conocimiento y difusión. Y no sólo se plantea su aprendizaje en términos de saberes, sino que se fomenta su práctica como actividad artística y formativa, tanto en su interpretación como en la elaboración de los instrumentos que la acompañan.
Quedan así incorporadas todas las competencias clave para la adecuada formación de alumnos y alumnas y se fomenta un trabajo integrado por parte del claustro. A partir de esta misma diversidad y creatividad, el Plan de Actuación incorpora la estrecha relación con su entorno. Desde las instituciones más cercanas (Ayuntamiento) al resto de la Comunidad Educativa y, singularmente, a la Peña Flamenca de la localidad.
Aun siendo su primer año, el Proyecto tiene vocación de permanencia y se ha convertido en popular. A ello ya contribuye muy especialmente su difusión en las redes sociales, en las que el Centro es activo elaborando materiales de evidente atractivo pedagógico y artístico.
Más allá del trabajo habitual, relacionado con el curriculum de cada asignatura y en el aula, el Flamenco se convierte en punto de encuentro de todo el Instituto, al que acuden alumnos de 1º de ESO a 2º de Bachillerato. Tal como se ha planteado el programa para este curso 2019/2020, las actividades colectivas de conmemoración (Días del Flamenco o de Andalucía) o celebración (Navidad, por ejemplo) serán un momento decisivo para observar el impacto que el Proyecto está teniendo en la Comunidad Educativa. De hecho, y así puede comprobarse acudiendo a las páginas o sitios del Centro y del Programa, la última celebración de Navidad fue todo un éxito.
Para final de curso quedará la oportuna evaluación de una actividad al mismo tiempo innovadora y divertida, que incluso puede coadyuvar a que el pueblo recupere buena parte de su legado y creatividad, así como favorecer futuras iniciativas de índole cultural y turística.
