La consejera de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, Rocío Ruiz, ha presentado la campaña de sensibilización e información ‘Digámoslo alto y claro’, realizada por el Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), con el objetivo de “poner fin a las situaciones de acoso laboral que sufren las mujeres”. Ruiz ha subrayado que “el acoso sexual es una forma más de violencia contra la mujer, aparece en entornos de trabajo sexistas y responde, sobre todo, a contextos donde hay abusos de poder”.
Con esta campaña, compuesta por nueve imágenes, un vídeo de sensibilización y píldoras informativas para redes sociales, el Gobierno andaluz pone en marcha un itinerario de acción que continuará con la divulgación de un manifiesto donde las empresas que se adhieran se comprometen a trabajar en generar empresas libres de acoso sexual y por razón de sexo hacia las mujeres en la esfera laboral.
En una primera fase de sensibilización e información se difundirán los materiales de la campaña, que también estarán disponibles en la página web del Instituto Andaluz de la Mujer -https://www.juntadeandalucia.es/institutodelamujer/-. Mientras que en la segunda fase se procederá a la divulgación y posterior adhesión al manifiesto por parte de las empresas, compuesto por una declaración y un decálogo de compromisos para trabajar en generar empresas libres de acoso sexual y por razón de sexo hacia las mujeres en la esfera laboral.
Esta campaña va dirigida tanto a las trabajadoras, como a los trabajadores y el mundo empresarial, pequeñas, medianas y grandes empresas, así como al funcionariado de la administración pública.
No en vano, en la presentación en Huelva hubo representantes sindicales y del mundo empresarial, así como de la Consejería de Empleo, Formación y Trabajo Autónomo. Una unidad que la consejera ha considerado imprescindible para erradicar la violencia de género en todas sus expresiones, incluido el acoso contra las mujeres en el ámbito laboral.
Este proyecto forma parte del desarrollo de la Ley 9/2018, de 8 de octubre, de modificación de la Ley 12/2007, de 26 de noviembre, para la promoción de la igualdad de género en Andalucía, que en su artículo 30.1 apunta que las Administraciones Públicas adoptarán, en el ámbito de su competencia -igualdad en el caso del IAM- las medidas necesarias para que exista en el sector privado un entorno laboral libre de acoso sexual y acoso por razón de sexo. Y para tal fin se establecerán campañas y acciones formativas. Además, la Ley 7/2018, de 30 de julio, por la que se modifica la Ley 13/2007, de 26 de noviembre, de medidas de prevención y protección integral contra la violencia de género, entiende como actos de violencia de género el acoso sexual y el acoso por razón de sexo en cualquier ámbito incluido el laboral.
Asimismo, Ruiz ha recordado que esta iniciativa responde al objetivo 5 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, ya que pretende poner fin a todas las formas de discriminación y violencia contra las mujeres en los ámbitos público y privado, en este caso, en el laboral.
La máxima responsable de las políticas de igualdad de Andalucía ha destacado que “desde la Consejería de Igualdad y el Instituto Andaluz de la Mujer hemos querido poner el foco en este tipo de situaciones, que tradicionalmente han permanecido más invisibilizadas y que requieren también de una labor de información y concienciación”. A este respecto, un estudio de la Unión Europea de 2016, último dato disponible, con encuestas a 42.000 mujeres en todo Europa, apunta que al menos el 38% de mujeres entre 18 y 29 años habían sufrido acoso por razón de género en el último año y un 24% entre mujeres de 30 a 38 años. Al mismo tiempo, UGT alerta de que solo hay un 8% de denuncias en España cuando un 63,5% de mujeres reconoce haber sufrido algún acoso físico o psicológico en el trabajo e incluso un 26% reconoce algún tipo de agresión sexual o física.
La campaña hace referencia a situaciones que en algunos casos tienden a ser normalizadas y que incluso no son percibidas como una forma de violencia hacia la mujer. Como los abrazos y besos no deseados, los abusos, vejaciones o humillaciones, los tocamientos y los acorralamientos, las presiones para obtener favores sexuales a cambio de mejoras laborales o amenazas de pérdida de derechos o incluso el despido. Además, pone el foco en otras formas de acoso, aún más sutiles, que afectan a la mujer. Por ejemplo, un trato desfavorable en situaciones de embarazo, maternidad o cuando tenemos que asumir otras cargas familiares a través de la creación de un entorno intimidatorio, degradante u ofensivo.
La consejera ha señalado que “el acoso sexista en el trabajo supone la vulneración de derechos fundamentales de las personas, como son el derecho a la dignidad, a la intimidad, a la libertad sexual, a la no discriminación por razón de sexo, a la salud y a la seguridad en el trabajo. El acoso sexual y por razón de sexo en el ámbito laboral debe ser entendido como una manifestación más de desigualdad y de violencia contra la mujer”.
Ante esta situación, Rocío Ruiz ha animado a todas las empresas a “generar empresas libres de acoso sexual y por razón de sexo hacia las mujeres, ofreciendo la ayuda y el asesoramiento del Instituto Andaluz de la Mujer, como referente en materia de igualdad y de violencia de género, para poder encontrar empresas que se conviertan en agentes de cambio, y lo digan alto y claro, que no toleren actitudes de hostigamiento por razón de sexo, ni represalias”.
En concreto, el Servicio de Formación y Empleo del IAM ofrece asesoramiento e información a empresas en igualdad (Equipa), un servicio gratuito de asesoramiento técnico experto en el diseño de medidas y planes de igualdad, así como formación especializada en gestión empresarial desde la perspectiva de género, promoviendo entornos laborales libres de discriminación. También cuenta con el Servicio de Defensa Legal de la Mujer en caso de discriminación laboral por razón de sexo, que además de proporcionar información y asesoramiento sobre derechos laborales o sobre los procedimientos y cómo actuar en caso de problemas con la empresa, el servicio actúa en caso de discriminación y de acoso sexual. Y, por último, el asesoramiento en la elaboración de protocolos contra el acoso sexual y por razón de sexo.
Por su parte, la directora del Instituto Andaluz de la Mujer, Laura Fernández, ha advertido que “la violencia que las mujeres sufren en el ámbito privado se puede extender también al ámbito público, y más concretamente al ámbito laboral, generando, precisamente por las diversas facetas que contribuyen a su situación de desventaja, las condiciones propicias para que se desarrolle el acoso sexual o el acoso por razón de sexo en el trabajo”. Y ha insistido en que “los acosos son experiencias traumáticas que repercuten negativamente en la integridad de las mujeres, en el adecuado desarrollo de su personalidad y en el estado físico y psicológico de las que lo padecen, con consecuencias directas relacionadas con la salud laboral. Alcanzan no solo al personal de la empresa, también a terceras personas que ejercen su trabajo allí o a personas proveedoras, a usuarias o a la clientela”.