La localidad serrana de Galaroza no cesa de impulsar iniciativas solidarias para luchar contra el Covid-19. Si hace apenas unos días, Francisco Ballestero daba a conocer la fabricación de mascarillas con poliester, que ha sido seguida por numerosos voluntarios gracias a la labor de coordinación del Ayuntamiento de Galaroza, ahora es otra empresa cachonera, Sumiseran, quien se suma a este reto que beneficia a toda la población.
Moisés Muñiz, su gerente, lleva años fabricando con gran prestigio a nivel nacional elementos de decoración en 3D, atesorando un importante número de máquinas que imprimen objetos de gran calidad. Aprovechando estas impresoras industriales, se ha empeñado en aportar mascarillas destinadas a colectivos que están en primera línea de lucha contra el virus. En un principio pensó en realizar piezas de respiradores, pero se precisa un calibrado industrial que sus máquinas no poseen.
Muñiz ha seguido el llamamiento de empresas como Fiixit Orthotic Lab, dedicada a la ortopedia y la traumatología, y a un colectivo de ‘makers’, o diseñadores e impresores en 3D, que han convocado a todos aquellos que estén dispuestos a colaborar con el proyecto. Su capacidad de producción no será elevada, ya que son necesarias un buen número de horas para fabricar cada producto final, por lo que obtendrán unas 40 máscaras diarias.
Las mascarillas que está fabricando Sumiseran toman como material el polímero plástico, un elemento resistente y ecológico que suele emplear en la fabricación de sus productos, exportados a nivel internacional. Pueden ser reutilizables, ya que tan sólo será necesario desmontar con facilidad el respirador que lleva incorporado para cambiar el filtro incluido en su interior.
Para dar con el modelo adecuado ha seguido las sugerencias de la comunicad de ‘makers’, creadores del modelo primario, y ha tenido que trabajar mucho, adaptar sus máquinas a esta fabricación especial y hacer numerosas pruebas. Finalmente, ha quedado una herramienta eficaz para utilizar en algunos casos de esta crisis.
Los impulsores de esta iniciativa insisten en que no se trata de una mascarilla homologada, no es un material quirúrgico de protección respiratoria, con protección de filtrado FFP2, FFP3, de conformidad con los establecido en la Norma Europea EN149. Son conscientes de estas limitaciones, pero consideran que pueden mitigar o paliar la escasez de material médico homologado con el que deberían contar las personas cuidadoras, los funcionarios públicos o algunos sanitarios.
En concreto, la producción de Sumiseran no se entregará a personas individualmente, sino que irá destinada principalmente a colectivos situados en primera línea de lucha contra la epidemia, algunos de los cuales han acogido su ofrecimiento con gran satisfacción.
Moisés Muñiz realizará este esfuerzo de manera altruista, aunque cuenta con el ofrecimiento de las Hermandades de Galaroza, la de la Virgen del Carmen, la de la Divina Pastora y la de la Reina de los Ángeles, que van a colaborar en sufragar parte del coste del material que se necesite si la demana sigue aumentando, tal como han ofrecido a la otra iniciativa empresarial de fabricación de mascarillas que ha surgido en el pueblo. De esta forma, Sumiseran S.L. suma un nuevo servicio a la sociedad y aumentando el prestigio como fabricante que ya atesoraba por sus diseños y calidad en la producción.